De mayo a septiembre. En este breve espacio de tiempo, DEA Finance, la sociedad de responsabilidad limitada luxemburguesa que es propiedad de LetterOne, ha movido ficha rápidamente en DIA. Y lo ha hecho mediante dos ofertas. En la primera, la sociedad a los mandos de Mikhail Fridman adquirió la práctica totalidad de la deuda con vencimiento en 2021. Hablamos de 300 millones de euros. Más el 76% de la deuda con vencimiento a 2023.
En la segunda oferta, no había otra que ir a por el porcentaje restante que vencía en 2023. Traducido a euros, se trata de 72 millones. Total: 600 millones. El precio ha sido el mismo en las dos operaciones: el 60,3% del nominal. Pero justo antes de hacer visible esta última oferta, va y se produce la inesperada salida del director financiero: Enrique Weickert.
“Estamos explorando alternativas que pasan o priorizan el canje de deuda con la solicitud de consentimiento de los accionistas”, dijo en una conference call tras presentar los resultados trimestrales el pasado mes de mayo. Unos accionistas a los que su salida no hace sino acrecentar sus dudas acerca de la marcha de DIA.
“Es comprensible que a los inversores les genere cierta preocupación que el máximo responsable del área dimita solo dos años después de haber tomado posesión del cargo”, resalta César Fernández Tajes, director del Instituto Superior de Bolsa, Inversión y Finanzas (Isbif). Más si tenemos en cuenta que DIA tuvo graves irregularidades contables con los anteriores responsables de la gestión financiera por lo que están siendo investigados judicialmente.
Que el comunicado remitido a la CNMV no anuncie quién será su sustituto, asimismo, acrecienta la preocupación de los accionistas. La razón es que, al hacerlo así, lo que parece es que dicha salida no ha sido planificada de manera conjunta con DIA. “Lo normal sería que el director financiero se mantuviese en el cargo hasta que se seleccionase a un sustituto. Sería muy importante una transición más ordenada para evitar suspicacias”, matiza César Fernández Tajes.
CARA VISIBLE DE DIA
En las dos operaciones anteriormente reseñadas, así como en otras, Enrique Weickert ha sido la cara visible de DIA. De ahí que, teniendo en cuenta el papel de protagonista recientemente jugado, sorprenda todavía más el anuncio repentino de que abandonará la compañía el próximo viernes.
“Los altos directivos de las compañías suelen tener bonus ligados a cumplimientos de objetivos a cuatro o cinco años vista”, indica el director del Isbif. Y añade: “No es normal ver que directivos renuncien al cargo antes de ese periodo. Y más en un caso como este, sin tener el director financiero de DIA una oferta profesional”.
Igual de sorprendente es que LetterOne esté intentando limpiar la deuda de la compañía. El dinero que se está gastando es enorme. “Si se suma todo lo invertido es una barbaridad para una compañía con mucho riesgo de su modelo de negocio”, señala César Fernández Tajes.
El último movimiento en DIA va a suponer que Mikhail Fridman se convierta en el único acreedor de DIA. La cadena no ha hecho comentarios sobre el movimiento de DEA Finance. Esta última también tiene un crédito supersenior de 200 millones de euros. LetterOne, si finalmente se produce la recompra de deuda (el último servicio de Enrique Weickert), tendrá 600 millones de deuda. Los 973 millones restantes, según Bloomberg, serían de un préstamo sindicado que vence en 2023, y del que Santander es el principal prestamista.