Ponerse a beber alcohol simultáneamente cuando se está en tratamiento con ibuprofeno para nada es recomendable. Un impresionante consumo de bebidas alcohólicas puede desencadenar en efectos tóxicos para el organismo, pero si esta ingesta está acompañada de tratamientos que contemplan medicación, los resultados pueden ser catastróficos para la salud.
Recientemente el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona anticipando la llegada de la navidad, advierte de los numerosos riesgos que pueden presentarse si se combinan ambas sustancias, sin importar que el consumo de alcohol sea moderado o esporádico. En este sentido, puede presentarse un fenómeno en que el metabolismo asociado al ibuprofeno se re reduzca considerablemente, lo que conducirá al denominado “efecto más prolongado y a un posible riesgo de toxicidad si no se separan suficientemente las dosis”, infieren los especialistas de la farmacia.
En el caso que la ingesta sea bastante recurrente, el alcohol puede generar una aceleración del metabolismo en todos los sentidos, situación que puede incidir en el efecto positivo de los medicamentos, y haciendo que sea indispensable reiterar la administración durante un tiempo estipulado.
Alguno de los efectos secundarios adscritos a los antinflamatorios no esteroidales como es el caso del ibuprofeno, pueden originar un daño grave a la mucosa gástrica. En el determinado escenario en que este medicamento sea ingerido paralelamente al consumo de alcohol, el riesgo puede elevarse por la estimulación de la secreción acida en el estómago del afectado. El Colegio de Farmacéuticos de Barcelona establece que pueden producirse enfermedades o afecciones como pirosis (acidez), epigastralgia (dolor en el estómago), ulceras y hemorragias digestivas.
El ibuprofeno se destaca por ser analgésico y antipirético al mismo tiempo, pero diferenciándose del paracetamol, puede actuar como una especie de antinflamatorio. Su correcta utilización está indicada para dolores que estén relacionados a inflamación, siendo el caso de dolores de garganta, esguinces y torceduras musculares; o en su defecto, enfermedades como la artritis reumatoide, gota o artrosis. En el supuesto caso que presentes un leve dolor de cabeza, los profesionales de mediQuo manifiestan es que mejor el paracetamol, debido a que el ibuprofeno puede ser sumamente perjudicial para la mucosa gástrica.
La administración de ibuprofeno no está indicada para que aquellas personas que sufran de problemas en el estómago, hígado o que en algún momento hayan desarrollado una hemorragia o ulcera. Por otra parte, durante el embarazo su empleo quedara restringido, únicamente podrá ingerirse en el periodo de lactancia. El consumo de ibuprofeno debe realizarse luego de las comidas; así como también, las dosis no pueden sobrepasar lo recomendado por los médicos, puesto que obstruirá la efectividad del tratamiento.