¡Qué haríamos sin nuestra madre! Las madres y abuelas siempre han estado cuidando y mimando a los más pequeños, aunque eso implicase contar algunas mentiras piadosas por su bien. ¿Cuántas veces te han dicho algunas de ellas para que comas, para que dejes de hacer algo peligroso, para que tomes alguna medicación, etc.? Seguro que más de una recuerdas aún con nostalgia de esos tiempos en los que eras niño…
Esto era especialmente acusado en las abuelas y madres de generaciones pasadas, que además tenía creencias religiosas, o supersticiones en las que creían, e intentaban prevenirte de algunas de las «terribles» consecuencias cuando pasabas bajo una escalera, cuando mecías una butaca, rompías un cristal, le dabas una patada a una lata, y tantas otras cosas. Algo que no hacían con ninguna mala intención, pero que tenían inculcado y podía infundir algún tipo de confusión o preocupaciones en los pequeños.
3Está cerrado…
Los pequeños a veces se encaprichan con ir a algún lugar. No importa lo lejos que esté, lo inoportuna que sea su exigencia, o las horas que sean. Cuando un niño quiere ir a algún lugar, quiere hacerlo y punto…
Para esto tu madre también tenía algunas mentiras piadosas en la recamara para evitar la insistencia. Una de las más corrientes es: «Está cerrado ahora, no podemos ir«.
Una gran escapatoria para evitar tener que ir al cine, al parque, a la tienda de juguetes, etc., aunque no a todos les funciona igual… Seguro que alguna que otra madre también lo ha usado durante el confinamiento por la pandemia.