Pascual cerró el pasado ejercicio 2019 con una facturación de 698 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,4% respecto al año precedente, manteniéndose así por cuarto año consecutivo en la senda del crecimiento.
Además, la compañía registró un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 65 millones de euros, según ha informado la compañía, que ha destacado que estos resultados le permiten reforzar su posición en el mercado y consolidar su apuesta por el crecimiento sostenible con vistas al próximo plan estratégico.
Además, Pascual continúa con paso firme en el proceso de reducción de la deuda financiera, al pasar de 170 a 143 millones de euros en el último ejercicio.
En este sentido destaca la firma el pasado mes de abril de una nueva financiación de la mano de 10 entidades líderes que refuerza la estructura de Pascual con 155 millones de euros para su nuevo Plan Estratégico. Se trata de un préstamo sindicado a seis años de 130 millones de euros con una línea de ‘revolving’ de libre disposición de 25 millones.
La operación ha estado liderada por Santander como agente de sostenibilidad y administrativo con el apoyo de Caixabank, ambos como ‘Bookrunners’, con la participación en calidad de MLA de BBVA, Bankia y Mediobanca y con el apoyo de otras entidades como Cajamar, Abanca, Unicaja, Liberbank e Ibercaja.
Se trata de un préstamo declarado sostenible que, a un plazo de seis años, dotará a Pascual de los recursos necesarios para la consecución de sus objetivos estratégicos.
«El pasado año significó mucho para Pascual. Cumplimos cincuenta años reivindicado los valores como base de nuestro negocio. El 50 aniversario, la nueva planificación estratégica 20-23 y la presentación de nuestro marco de gestión responsable Pascual Aporta son tres hitos del 2019 que nos han servido para abonar un terreno que con los meses se ha vuelto tremendamente inestable», ha subrayado el presidente de Pascual, Tomás Pascual.
Según el ejecutivo, la irrupción del Covid-19 ha cambiado las reglas del juego y ahora la sociedad «demanda más que nunca empresas que sean al mismo tiempo líquidas y sólidas». «Liquidez para adaptarnos casi en tiempo real a las necesidades de la sociedad; y solidez para defender unos valores, unas bases éticas y un propósito de compañía que se traduzcan en hechos. Empresas con conciencia, capaces de aportar seguridad y credibilidad en tiempos de incertidumbre», ha añadido.
La compañía engloba todas las iniciativas en #PascualAporta, su marco de gestión responsable, en torno a los tres territorios desde los que aporta valor a la sociedad: Bienestar, Desarrollo social y Medioambiente.
«Queremos crecer, pero no a cualquier coste. Buscamos un crecimiento sostenible, rentable y a la vez responsable socialmente. Y, en caso de conflicto, que nos decantemos por la visión a medio-largo plazo», ha afirmado el presidente de Pascual.