La dieta disociada esencialmente va en contra de todo lo que nos han enseñado sobre nutrición durante las últimas décadas. Se basa en la premisa de la combinación de alimentos, que implica comer solo ciertos grupos de alimentos (por ejemplo, todos los almidones o todas las verduras) en una comida.
Básicamente, en la dieta disociada, no se recomienda comer comidas completas que incluyan una variedad de grupos de alimentos. Esta guía cubre el razonamiento detrás de la dieta disociada y si es o no una opción viable o saludable para probar. Para la dietista y nutricionista Chrissy Carroll, «La dieta disociada sugiere que los alimentos alcalinos y ácidos no se pueden digerir juntos, pero los expertos coinciden en que no hay una justificación científica para esto. Comer solo un grupo de alimentos a la vez y limitar las proteínas o las grasas aumenta el riesgo de deficiencias de nutrientes y es insostenible», explica.
4Alimentos que sí y que no, para seguir la dieta disociada
Las frutas ácidas como el pomelo, naranjas, limones, limas, piñas, granadas o los tomates, que puedes combinar con nueces y semillas subácidas. No se debe combinar las frutas ácidas con frutas dulces u otros grupos de alimentos, excepto los tomates. Frutas subácidas, las frutas dulces como los plátanos, coco, dátiles, frutos secos, ciruelas, pasas, los melones, las sandías. Estos alimentos mejor consumirlos solos, no en combinación con ningún otro grupo de alimentos. Verduras sin almidón como los espárragos, alcachofas, judías verdes, remolacha, brócoli, repollo, coliflor, pepino, berenjena, ajo y con almidón como la calabaza de invierno, ñame, batatas, guisantes. Combinar con verduras y grasas sin almidón y no combinar con proteínas o frutas.