No es cosa sencilla ser el Rey de España, y vaya que este mundo de la Casa Real tiene incontables secretos, y son esos los que precisamente llaman la atención de las personas. Felipe VI es la figura central de esta Realeza, que de por sí hay que tener mucho coraje para tomar las mejores decisiones. Es bien sabido por todos que su mensaje trasciende fronteras, y la idea de ser la cabeza de este mundo de la Realeza, realmente es un desafío muy grande.
Lo que sí es cierto, es que a lo largo de los años, Felipe VI se ha ido metiendo a la gente en el bolsillo. Cosa distinta a Letizia, que en diversas oportunidades ha mostrado una faceta para nada amable. De hecho, este tipo de actitudes tan arrogantes de su esposa, ha hecho que el mismo Rey deba poner mano dura. Ante esto, sigue manteniendo esa postura que siempre ha caracterizado a los Reyes que han pasado por este trono importante de nuestro país.
Aunque debemos reconocer que el nacido el Madrid, es ese tipo de personas que a simple vista se presenta tranquilo. Pero, ¿realmente tiene ese carácter e ímpetu para dirigir el destino de la Casa Real? Hay muchas implicaciones de por medio sobre este tema de las decisiones de Felipe VI. Claro está, siempre piensa las cosas con cabeza fría, y tiene una personalidad que a priori resulta agradable para el público. Es decir, su fama es tal que cada vez que dice algo, sin lugar a dudas, la acción es ejecutada.
5No desea malos entendidos, el Rey quiere ser transparente
Felipe VI, ha ido manejando a la perfección el asunto de los medios de comunicación. Para nadie es un secreto que este tipo de vinculaciones siempre ejerce un impacto en quien está en el trono, para bien o para mal. Pero en el caso del Rey, su mirada se dirige hacia ser transparente y sensato en cualquier circunstancia.
Una de sus iniciativas, consistió en anunciar una auditoría externa para las cuentas de la Casa Real, y la publicación tanto de las retribuciones de sus altos cargos, como de los mismos contratos, así como también el grado de ejecución de sus presupuestos.
No conforme con eso, puso un código de conducta para los trabajadores de la Realeza; el recorte en un 20% de la asignación como Jefe del Estado, hasta llegar a la conocida prohibición de que los miembros de la Familia Real, aceptasen regalos que comprometan la dignidad de sus funciones. Su asertividad es tal, que redujo a seis miembros de la familia.
En esta misma línea descriptiva, en junio de 2015, Felipe VI retiró a la infanta Cristina el título de Duquesa de Palma, y en sus decisiones más recientes, en junio del año pasado, eliminó de la Secretaría del Rey Juan Carlos, luego de retirarse de la vida institucional. El Rey no le tiembla el pulso, y mientras puede hace honor a su cargo con todas las de la ley. Eso sí, nunca pierde la cordura.