La fabada asturiana es uno de los platos más típicos de nuestra gastronomía, al mismo nivel que un cocido madrileño, una paella valenciana o un gazpacho andaluz. Además el calor se acaba y con el frío apetece y de qué manera platos de cuchara, calentitos y contundentes como la fabada. Veamos cómo se hace y qué ingredientes lleva la verdadera receta.
Si vas a Asturias y no te comes una fabada, da igual la época del año, es que no has estado realmente allí. No sólo es el referente de la cocina asturiana sino uno de los platos estrella de la cocina española en general. Pero puedes emular una perfecta y auténtica fabada en tu casa, como si estuvieras en un restaurante típico de aquellas bellas y verdes tierras.
4A tener muy en cuenta
La mejor fabada es la que se elabora dejando toda la noche las fabes en agua, cocinándola al día siguiente, y finalmente degustándola el día posterior. En cuestión de guisos, los reposos forman parte de la receta.
Sigue el truco que te hemos indicado para reducir la «música«, es decir, las posteriores flatulencias que provocan este tipo de preparaciones. Consiste en eliminar tanto el agua de remojo de las fabes, como el agua en la que han realizado su primer hervor.