Los debates con la leche son uno de los más intensos y habituales en cuanto a rutinas alimentarias e incluso a la necesidad o conveniencia de tomar lácteos de adultos. El otro factor curioso es la gran variedad de leches que inundan los estantes de los supermercados, donde casi la entera es la menos visible. Entera, semidesnatada o desnatada, veamos cuál es mejor tomar y por qué.
Empezaremos explicándote la distinción más clásica: leche entera, semi y desnatada. Durante años hemos demonizado la leche entera alegando que «engorda mucho», mientras que nos decantábamos por leche desnatada, ya que «es más saludable». Veremos también qué hay o no de cierto en todo esto.
4Leche desnatada
Como su propio nombre indica, la leche desnatada o descremada es aquella a la que se le han eliminado los ácidos grasos mediante centrifugado.
Este tipo de leche es el más recomendado para personas que están haciendo dietas para perder peso o problemas cardiovasculares, pues apenas tiene grasas saturadas, que son las que aumentan los niveles de colesterol en sangre. Sin embargo, esto no afecta a su aporte en proteínas, azúcares (lactosa) y calcio.