El verano más extraño en décadas deja un balance negativo. El sector del turismo agota posibilidades sin éxito y despide la temporada alta peninsular con más pena que gloria. Y aunque los resultados van por barrios, -regiones como Galicia, Cantabria y Asturias o la oferta rural en general no se han visto del todo perjudicados- a nivel global, no salen las cuentas. Los alojamientos buscan nuevos horizontes y estrategias a las que aferrarse. La patronal hotelera exige ya «abordar la temporada de invierno para aquellos destinos que la tengan o preparar la próxima temporada para aquellas zonas que trabajarán a partir de marzo de 2021«. Los empresarios no se rinden y prorrogan sus expectativas en aras de una salvación del sector ‘in extremis’.
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) reclama al Gobierno un plan de choque que contemple la implantación de medidas sanitarias, laborales y fiscales concretas y, de máxima urgencia, para garantizar la supervivencia del turismo, el segmento productivo que más aporta en su conjunto al PIB español y de cuya fortaleza dependen más de 2 millones y medio de trabajadores de forma directa.
Con la mirada puesta en la temporada de invierno y, por ende, en la viabilidad del sector turístico español a medio plazo, la organización empresarial ha trasladado a la ministra de Industria Comercio y Turismo, Reyes Maroto, mediante una carta, la necesidad de que se trabaje con urgencia desde el Ejecutivo para crear una comisión interministerial con los responsables de las diferentes comunidades autónomas y para poner en marcha del referido plan de choque.
Cehat considera fundamental la creación de esta comisión para que se puedan abordar «debidamente» todas aquellas cuestiones que llevan meses afectando «seriamente» al sector turístico y que dependen de diferentes ministerios como Sanidad, Asuntos Exteriores, Hacienda o Trabajo.
Cehat ha solicitado también la articulación de un plan de reactivación del turismo español con algunas cuestiones generales y un tratamiento específico por territorios. El presidente de la Confederación, Jorge Marichal, asegura que ante la situación actual no se pueden improvisar medidas: «Está en juego la supervivencia del sector turístico español y dicho plan debe contener medidas financieras, de lo contrario, quedará únicamente como papel mojado», advierte.
ERTEs ESPECÍFICOS PARA EL TURISMO
Dentro del ámbito laboral, la patronal española del alojamiento turístico insiste en la articulación de unos ERTEs específicos para el sector hotelero. Así, la Confederación solicita unos Expedientes de Regulación de Empleo «ágiles» que permitan la entrada y salida de trabajadores en función de la coyuntura turística y que cuenten con una exoneración total de la Seguridad Social de los que se quedan dentro del ERTE, «no de los que salen, puesto que, si un empresario saca a un trabajador del ERTE se considera que lo hace porque está generando recursos para pagar su salario».
Por tanto, desde Cehat consideran que la ayuda debe ofrecerse a aquellos trabajadores que permanecen dentro del ERTE y dejar a responsabilidad del empresario asumir el coste de los trabajadores que se reincorporan a su actividad.
Además, los empresarios del sector reclaman que estos nuevos ERTE estén activos, como mínimo, hasta la Semana Santa de 2021 «con el fin de garantizar que las empresas tengan ‘oxígeno’ para llegar hasta esa fecha y, con ellas, el empleo que generan».
En materia de salud, Cehat considera fundamental el establecimiento de medidas como el pasaporte sanitario digital o soluciones similares que permitan la trazabilidad del cliente durante su estancia en destino e identificar riesgos y vulnerabilidades durante su estancia, facilitando su localización y aislamiento en caso de necesidad.
PCR PARA TURISTAS
Asimismo, la patronal apuesta por la realización de pruebas y test a los turistas que llegan a España. «Lo que planteamos es que, si un turista que llega a España no puede garantizar que se está libre de Covid-19 (PCR con 48 horas máximo antes del viaje), deberá hacerse un test rápido a la llegada al primer aeropuerto español que pise”, propone Marichal.
“Este test deberá pagarlo el cliente”, explica el presidente de la confederación hotelera, y añade “al finalizar su estancia en destino y antes de regresar a su país, deberá realizarse una nueva prueba que garantice que está libre de coronavirus”, un nuevo test que “lo pueden pagar los hoteleros y el cliente, de forma conjunta», sugiere Marichal.
Por último, en materia fiscal, Cehat solicita que se articule la exención de algunos impuestos que graven la actividad, tanto a nivel local como autonómico, para este ejercicio 2020, como es el caso del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), las tasas municipales, el Impuestos sobre Actividades Económicas, «que, por sus características, representan un elevado coste paras las empresas hoteleras en un contexto de prácticamente cero ingresos por actividad turística».