El mensaje no es nuevo, de hecho, se hace más consistente según avanza la crisis. El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos ha aprovechado su intervención en los cursos de verano de la APIE para insistir en la necesidad de reestructuración de sector bancario, una situación que la pandemia ha hecho “más relevante e imprescindible”.
El ex ministro español se aventuraba incluso a poner fecha el pasado 20 de julio, “en las próximas semanas y en los próximos meses” se irán produciendo movimientos, afirmaba. En su opinión, el covid-19 ha acelerado todo el proceso y el futuro inmediato de la banca europea pasa por movimientos “tanto a nivel doméstico entre las entidades medianas y pequeñas, como a lo largo y ancho del conjunto de la zona euro con una consolidación transnacional”.
Esta vez, tampoco ha querido hacer valoraciones sobre Bankia ni sobre ningún banco en concreto. Y se ha limitado a explicar que a pesar de que la banca europea estaba en una situación “mucho mejor “con respecto a la crisis de hace 12 años, en niveles de capital y liquidez (algo que se ha puesto de manifiesto en el análisis de vulnerabilidad que publicó el BCE a finales de julio), la rentabilidad “es reducida”.
RENTABILIDAD
Antes de la pandemia estaba en torno al 6% y en estos momentos se sitúa por debajo del 2%. “Las razones son evidentes” señalaba. La caída de ingresos o el aumento provisiones ha dejado una consecuencia inmediata: valoraciones muy reducidas.
El vicepresidente del BCE explica que el Euro Stoxx bancario ha caído más del 30% y los bancos tienen valoraciones más bajas que los bancos nórdicos, por ejemplo. Además, cuando ha habido recuperaciones ha sido de menos intensidad que en otros países, como Estados Unidos.
En esta línea, añadía que las agencias de rating no han hecho ajustes a la baja de manera generalizada, pero si perspectivas de esos ratings. Además, también hay divergencia entre los bonos bancarios y las acciones. Mientras los primeros van mostrando comportamiento positivo, las acciones no.
AJUSTE DE COSTES
“Antes de la crisis del covid-19 era muy importante el ajuste de costes, pero con la pandemia se ha hecho más relevante e imprescindible”, afirmaba. Por ello, la consolidación tanto domestica como transaccional “es importante y debería llevarse a cabo de forma rápida y urgente”.
A pesar de la insistencia del BCE, Las fusiones y adquisiciones no están en los planes inmediatos de la banca española, tal y como explicamos en MERCA2. Desde Bankinter, María Dolores Dancuasa aclaraba en la presentación de las cuentas semestrales que están centrados en hacer rentable EVO y Avantcard, dos negocios que se incorporaron al grupo el año pasado. “El banco no ha cambiado su visión, no quieren ni comprar, ni que les compre nadie”, matizaba.
No muy lejos de estas afirmaciones, el consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez destacaba “no estamos en eso ahora, ni aquí ni a nivel global”. La entidad tiene un criterio para comprar otro banco: que mejore el beneficio por acción en un determinado tiempo, “pero ahora no es nuestra prioridad”. En este sentido, el CEO aclaraba que las fusiones transfronterizas “son más probables”, pero no es el momento.
CRECIMIENTO ORGÁNICO
Tampoco CaixaBank tiene como escenario base buscar una operación, “nuestro camino es el crecimiento orgánico y nos va bien, somos el mayor banco de España en todas las dimensiones” explicaba Gonzalo Gortázar. El banco tomó el control de BPI en 2018, antes compró Barclays España, y en los últimos dos años han dedicado los esfuerzos la transformación del negocio, reduciendo un 18% la red de sucursales donde salieron 2.000 personas.
Desde el Banco Sabadell, Jaime Guardiola se mostraba rotundo “podemos seguir solos”. A su manera de ver, el concepto de fusiones “tiene sentido industrial”, es la manera de ganar escala, pero hoy el banco “está concentrado en hacer frente a una situación económica compleja, como todos”.
El consejero delegado señalaba que a pesar de que Guindos y la AEB han insistido en que las fusiones serán inminentes, “están lejos de tener presión del regulador”. Y cree que el foco está puesto es las fusiones transfronterizas. Pero, repetía, “no es el momento”.
BANKIA Y BBVA
La perspectiva cambia cuando hablamos de Bankia y BBVA, dos entidades que han estado en boca de analistas y expertos financieros en los últimos meses como posibles compañeros de fusión. Ninguno ha dejado la puerta abierta oficialmente, pero tampoco la ha cerrado.
José Sevilla comentaba que Bankia era favorable a las fusiones, por eso integraron BMN. Reconocía además que la baja rentabilidad de la banca era “un incentivo”, pero a pesar de ello, el mensaje era similar al de hace tres meses, “no hay nada encima de la mesa, ni debajo”.
El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, presumía de que su banco “tiene margen para hacer cualquier cosa” aunque de momento están centrados en el crecimiento orgánico. Sin embargo, tienen la responsabilidad “de explorar las oportunidades que se planteen”. El número dos de BBVA comentaba también, que los niveles de rentabilidad del sector están por debajo del nivel óptimo, tanto en España como en Europa, por lo que “podrían surgir oportunidades de consolidación”.