Vivimos en una cultura en la que se impone la necesidad de éxito, y esto implica una buena cantidad de estrés tanto sobre los trabajadores como sobre los emprendedores. De hecho, cuando se busca inspiración no es raro acudir a revisar la experiencia de emprendedores exitosos. Sin embargo, el fracaso empresarial es una realidad que está ahí y que también tenemos que afrontar.
El problema es que no estamos realmente preparados para el fracaso. Cuando un proyecto no alcanza el éxito lo normal es que el responsable del mismo no solo esté apenado por ver sus sueños frustrados, sino que además sienta algo de vergüenza a la hora de tener que comunicar que ha tenido que cerrar su empresa. No ser capaces de asumir el fracaso de un proyecto nos puede causar problemas incluso a nivel psicológico, por lo que debemos aprender a superar la situación de la mejor forma posible.
6Afronta la situación y no busques culpables
Al final de lo que se trata es de poder superar la situación lo antes posibles. No tienes que avergonzarte por un fracaso empresarial, el fracaso es parte de la vida, aunque la sociedad se empeñe en vendernos la necesidad de alcanzar siempre el éxito. Pero ten en cuenta que de cómo afrontes esta situación va a depender mucho tu situación futura.
Tras hacer un análisis de las razones objetivas y subjetivas que han producido que el proyecto no tenga éxito y detectar posibles áreas de mejora a nivel personal, lo mejor es seguir dando pasos y no quedarse estancado. Si te dedicas a culpabilizarte a ti mismo entrarás en un círculo vicioso del que te resultará muy complicado salir.
Asume la situación con valentía y extrae de ella todo lo positivo que pueda tener, porque incluso de las experiencias más complicadas se extraen conocimientos importantes. Aprovecha todo lo que has aprendido y la experiencia que has acumulado para empezar a pensar en el futuro, esto es mucho más provechoso que quedarse anclado en el pasado.