Vivimos en una cultura en la que se impone la necesidad de éxito, y esto implica una buena cantidad de estrés tanto sobre los trabajadores como sobre los emprendedores. De hecho, cuando se busca inspiración no es raro acudir a revisar la experiencia de emprendedores exitosos. Sin embargo, el fracaso empresarial es una realidad que está ahí y que también tenemos que afrontar.
El problema es que no estamos realmente preparados para el fracaso. Cuando un proyecto no alcanza el éxito lo normal es que el responsable del mismo no solo esté apenado por ver sus sueños frustrados, sino que además sienta algo de vergüenza a la hora de tener que comunicar que ha tenido que cerrar su empresa. No ser capaces de asumir el fracaso de un proyecto nos puede causar problemas incluso a nivel psicológico, por lo que debemos aprender a superar la situación de la mejor forma posible.
3Analízate a ti mismo tras el fracaso empresarial
Una vez que sabes las razones objetivas que han llevado al fin del proyecto es hora de revisar las razones subjetivas. Tanto la falta de autoestima como un ego demasiado alto nos pueden traer importantes problemas a la hora de emprender. Se trata de ser objetivos con nosotros mismos y hacer un análisis de lo que hemos hecho mal y lo que hemos hecho bien.
Al final la idea que te debe quedar es que no eres tan malo como has pensado en un primer momento al ser consciente de tu fracaso empresarial, pero que al principio del proyecto tampoco eras tan buen como creías ser. Nuevamente, no te quedes con la sensación de derrota, seguro que tu experiencia emprendedora te ha reportado muchas cosas positivas a nivel personal y ha sacado a relucir capacidades que ni sabías que tenías.