Este viernes, la empresa de la semana en Bolsa en MERCA2 es Fluidra. El año no arrancó muy bien, de hecho, se dejó un 30% en la Bolsa española en el primer trimestre del año, pero desde entonces la compañía ha recuperado un 63% de su valor bursátil, superando los 2.700 millones de capitalización. Y esto ya es más de lo que valen siete empresas del Ibex 35.
A pocos días de cerrar el mes, sus títulos cotizan cerca de los 14 euros, muy cerca de los máximos históricos que alcanzó el pasado 18 de agosto (14,66 euros). El impacto de la pandemia hundió los mercados y Fluidra no fue una excepción, el mes de marzo sufrió una fuerte caída que sigue pesando en el balance del año, donde la compañía acumula una subida del 14%.
Más allá de este parón, su recorrido desde que salió a Bolsa hace ya 13 años es positivo. El fabricante de equipamiento de piscinas daba el toque de campana en octubre 2007 a un precio de 6,50 euros y valorada en 732 millones de euros. De manera que su valor en Bolsa se ha triplicado en estos años.
LOS ANALISTAS, DE SU LADO
Las casas de análisis y los bancos de inversión ven potencial y creen que la catalana puede subir incluso más. Bank of America es el más optimista y eleva el precio objetivo hasta los 15 euros, pero también la suiza Mirabaud ha iniciado la cobertura del valor con recomendación de compra y un precio objetivo de 14,57 euros. El mismo que le dio JP Morgan hace un año.
También el pasado año, Credit Suisse recomendó en un informe comprar títulos de Fluidra con un precio objetivo de 12,5 euros por acción, pero se quedó corto. Al igual que BBVA, que le dio un potencial de subida de hasta los 13,8 euros.
A pesar del miedo inicial, la crisis del coronavirus ha favorecido a la multinacional, tal y como ha quedado reflejado en sus cuentas. La demanda subyacente fue un golpe, con el confinamiento todas las personas que tenían en mente arreglar sus piscinas de cara al verano frenaron en seco. Pero en la desescalada, la demanda de piscinas se disparó, sobre todo durante los meses de mayo y junio. Y esto, ha sido un aliciente para los inversores.
EL EFECTO “COCOONING”
El efecto “cocooning”, es decir, el de quedarse en casa este verano y optar por invertir en la instalación o arreglo de piscinas, se ha notado de lleno en los resultados de la compañía, que de enero a junio ha aumentado el beneficio en un 90,6%, hasta los 54,9 millones de euros. Y eso que no contabilizan los meses de julio y agosto, donde el crecimiento ha sido constante.
Precisamente este razonamiento es el que animó a los de Mirabaud a apostar por el valor, pues entienden que Fluidra se ve favorecida por el aumento del atractivo de las piscinas familiares, en un contexto de más disfrute del ocio en el hogar, y por hábitos más domésticos a raíz de la preocupación por la salud.
Por ello, esperan un fuerte crecimiento de su negocio en 2021-2022. En concreto, un crecimiento del Beneficio por Acción (BPA) del 25% (en recuperación respecto a la caída del 10% del BPA que descuentan para 2020).
MENOS DEUDA
Los suizos también destacan que la compañía tiene capacidad de generar altos niveles de caja, por lo que estiman una reducción de la deuda hasta niveles de 1.4 veces Ebitda en 2022 (desde las 2,8 veces de cierre de 2019).
Aunque a cierre de semestre, el flujo de caja de la empresa catalana era de 21,6 millones de euros y esto les han permitido reducir la deuda financiera neta en un 16,4%, hasta los 619 millones. Un objetivo que persigue desde su fusión con Zodiac en 2018.
Además de la estadounidense, Fluidra también ha adquirido recientemente a la belga Aquafive para convertirse en el principal fabricante de equipamientos del sector de la piscina en el país. La empresa que dirige Eloi Plane tiene una fuerte presencia internacional, pues opera en más de 45 países. De hecho, a cierre del primer semestre la mayoría de negocio se generaba en el sur de Europa (36%), seguido de Norteamérica (30%) y el resto de Europa (21%).