Ikea es una de las franquicias de muebles y menaje más importantes de todo el mundo. Podríamos hablar incluso del ‘fenómeno Ikea’. Su éxito se debe a sus diseños de líneas simples y minimalistas, inspirados en estilo nórdico y, por supuesto a sus precios económicos. Su modelo de negocio permite abaratar costes: las tiendas son almacenes y los muebles te los montas tú. La verdad es que generalmente los artículos de Ikea gustan mucho a los clientes, que más o menos son conscientes de que la calidad va acorde con el precio. Aun así nunca está mal saber qué productos es mejor no comprar en esta gran superficie.
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Es muy tentador recurrir a Ikea para comprar un armario económico, pero este es uno de los casos en los que se cumple el sabio dicho popular, ‘lo barato sale caro’. Algunos usuarios de esta tienda han dejado saber su descontento con estos artículos, destacando que algunos modelos son muy difíciles de montar, algunos tablones no caben en las guías y algunas piezas terminan cediendo y cayéndose. La esperanza de vida útil de estos armarios es corta y no merece el precio que cuesta. Es preferible ahorrar algo más de dinero y comprar un armario resistente y de mayor calidad, que nos va a durar el triple.
