Todos sabemos que si queremos llevar una dieta equilibrada, perder peso o simplemente mantenernos, tenemos que restringir o limitar algunos alimentos. Pero en nuestro listado de ingredientes prohibidos se han colado algunos que no deberían ser tratados como enemigos, por regla general. Hablamos de los hidratos de carbono, y más concretamente de las patatas. Un tubérculo que a todos nos encanta prácticamente en todas sus formas, y que colocamos directamente fuera del menú. Al menos durante esas temporadas en las que queremos tener un mayor control sobre lo que comemos para no engordar o para adelgazar algunos kilos. Pero tenemos una buena noticia que darte y es que podemos comer patatas sin engordar ni un gramo, todo depende de cómo las cocinemos.
4AL HORNO
Las patatas al horno, además de deliciosas, son la opción más saludable, ya que no se pierde ningún nutriente, sobre todo si no se pelan y se mantiene la piel. Además, usando el horno podemos tostarlas y conseguir esa textura crujiente similar a la fritura, pero en una versión totalmente sana, ligera y sin grasas. Eso sí, hay que vigilar que no se quemen porque esto incrementa una sustancia tóxica llamada acrilamida.