CaixaBank aprobó el año pasado un plan para cerrar 850 sucursales en tres años, aunque optó por adelantar el proceso y tenerlo listo este 2020. La entidad contaba a cierre de 2019 con 4.400 sucursales y querían finalizar este ejercicio con 3.600. En junio estaban cerca de ese objetivo, pero pararon obras y traslados por la pandemia.
La idea del banco es seguir reduciendo ordenadamente la red porque los clientes son más digitales (un 64,7% cierre de semestre) y el foco está puesto en ahorrar costes aprovechando esta explosión. “La digitalización necesita menos inversión y coste, este proceso va a seguir” destacaba el consejero delegado, Gonzalo Gortázar en la presentación de resultados.
Pero aclaraba “la digitalización facilita mucho, pero se complementa con la oficina, esta es nuestra filosofía”. De hecho, durante los días de confinamiento CaixaBank ha tenido abierta la red, en los peores momentos han estado al 90%. “No hemos decidido cerrar porque no nos hacía falta” explicaba.
Pero los representantes de los trabajadores, en concreto, la sección sindical de UGT pide ahora prudencia y defiende el teletrabajo en pleno proceso de reincorporación de la plantilla, que en su mayoría se encuentra de vacaciones. Y todo como medida de prevención ante el incremento de rebrotes de coronavirus que se está dando en España.
ADAPTACIÓN POR TERRITORIOS
Según destacan en un comunicado, el banco debe cumplir con las medidas recomendadas por el Gobierno, adaptarse a la situación en las que se encuentra cada territorio (por ejemplo, en Cataluña han superado los 1.200 contagios en un día y en Andalucía los 500) y reforzar las medidas preventivas que permitan reducir el riesgo de exposición al contagio de la plantilla.
Sobre todo, en aquellas zonas que se están viendo afectadas por un fuerte incremento de los rebrotes, así como para los colectivos de riesgo. En su opinión “no es admisible” que una de las principales medidas de prevención aconsejable en aquellas entidades donde sea posible su implementación (y el teletrabajo lo es), haya decaído incluso en los casos de colectivos de riesgo “a los que se les está comunicando su reincorporación inmediata” denuncian.
Así, el sindicato ha pedido priorizar el trabajo desde casa en los casos que se pueda, y recomienda “no bajar la guardia” a aquellos trabajadores que si o si tengan que ir físicamente al trabajo.
RESPETAR EL AFORO
En este sentido, UGT aboga por cumplir el aforo máximo de la oficina en todo momento. La regulación actual obliga a indicar el límite de aforo en el exterior de la oficina y cualquier aumento del aforo establecido (un cliente por empleado y un cliente en espera para toda la oficina), debería estar autorizado y justificado por el banco.
También piden evitar reuniones presenciales no imprescindibles y que no puedan realizarse por medios telemáticos. En caso de realizarlas, el convocante debería contar con la autorización de recursos humanos en su terriotorio, “dado que están desaconsejadas totalmente”.
Y disponer de los equipos de protección adecuados para atender al público, es decir, que en los puestos cuenten con la correspondiente mampara de protección. Además de usar mascarilla FP2 siempre que realicen visitas comerciales en el exterior de la oficina.
También recuerdan a la plantilla de los centros de trabajo Store que deben tener un sitio fijo asignado, respetar los puestos señalizados en rojo en el ‘team room’ y comunicar a los delegados sindicales «cualquier incidencia en la correcta dotación y suministro de equipos de protección o en caso de recibir directrices que incumplan las medidas de prevención».