Situaciones de cansancio, desgano somnolencia y sensación permanente de comer algo dulce, son algunos de los escenarios bastante recurrentes que pueden surgir a partir del confinamiento por la pandemia del Covid-19, específicamente en aquellas personas que ejercen el teletrabajo al mismo instante de estar compartiendo con sus hijos o cuando están realizando actividades hogareñas.
La nutricionista Julieta Lopardo argumenta que desde el surgimiento del coronavirus el estrés se ha convertido como la primordial causa asociada a los pacientes que experimentan cansancio. Por ejemplo el teletrabajo contiene enormes ventajas como el de no disponer de horarios, aunque esta condición puede volverse inapropiada para sus practicantes si se extienden largas horas en la noche o madrugada.
Caso contrario sucedía en el entorno laboral tradicional, donde los trabajadores al concluir su jornada se disponen a apagar la computadora y marcharse a sus casas.
Bajo este panorama son demasiadas las personas que ven en la comida como una fuente inagotable para calmar la ansiedad u otras condiciones como la apatía o el aburrimiento, las cuales suelen presentarse rotundamente en esta circunstancia de aislamiento, ya sea por el teletrabajo o por el simple hecho de estar encerrado en el hogar.
3Síndrome de fatiga crónica: ¿Relacionada al cansancio?
Los médicos aseguran que mientras la fatiga no corresponde a un cuadro de anemia, esto originado por la deficiencia hierro, malnutrición y alteraciones del sueño, se estaría experimentando los efectos de un síndrome de fatiga crónica.
Marcillo es enfático sosteniendo: «Es un trastorno complejo caracterizado por la presencia de cansancio extremo, el cual no se atribuye a ninguna enfermedad previa. Esta fatiga puede aumentar con la actividad física y el estrés emocional y no mejorar con el descanso, es por esto que también se la conoce como enfermedad sistémica por intolerancia al esfuerzo o encefalomielitis miálgica«.
