Tres de cada cuatro empresas del sector del automóvil han tenido que recurrir a un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) para sobrellevar la pandemia del coronavirus, ya que solo un 4% de las compañías pudo continuar su actividad con normalidad durante los momentos más duros de la crisis.
Así se desprende del estudio ‘Impacto del Covid-19 en las empresas del sector automoción y horizonte de recuperación’ elaborado por la empresa de recursos humanos Randstad, que indica que el sector automovilístico optó a los ERTE por encima de la media del resto de la economía (49%).
Sin embargo, solo un 52% de las compañías del automóvil utilizó el teletrabajo, por debajo de la media del total de empresas españolas (56%).
En este sentido, Randstad ha destacado la «significativa» destrucción de empleo que se dio en el segundo trimestre de este año. «Durante estos últimos tres meses, la fabricación de vehículos empleó a 213.100 personas, un 4,1% menos que en el primer trimestre del año, cuando eran 222.200 trabajadores», ha indicado.
Analizando los datos de población ocupada de los últimos cinco años proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se aprecia que la pandemia ha agravado la tendencia de destrucción de empleo que lleva sufriendo la industria del automóvil desde el tercer trimestre de 2018.
Desde ese momento, en el que se registró el máximo volumen de ocupados, 248.100 profesionales, se han perdido 35.000 empleos, un 14,1% del total.
Sin duda, la industria de la automoción ha sufrido de manera relevante por la paralización de la economía y la caída de la demanda, pero lamentablemente este sector ya se estaba ralentizando hasta de la aparición de la pandemia. Esto se debe a que las cadenas de suministros eran dependientes del mercado asiático y las fronteras en términos comerciales estaban cerradas. Esto supuso el cierre como consecuencia de la falta de material. El sector de la automoción, por lo tanto, sufre problemas estructurales desde hace años y necesita reformas de calado«, ha asegurado el director de Randstad Research, Valentín Bote.
Asimismo, solo el 4% de las empresas pudo continuar con su actividad con normalidad durante la crisis, frente al 18% de la media de la economía española. Además, solo el 3% de los empresarios de automoción pudo mantener el mismo volumen de producción, un porcentaje que fue del 15% en el conjunto de sectores.
RECUPERACIÓN
En cuanto a la recuperación de la actividad, tan solo el 21% de las empresas del sector confía recuperarse completamente a finales de año, mientras que en el conjunto de los sectores esta opción la valoran el 48% de los directivos.
El porcentaje de empresarios del sector de automoción que confía en alcanzar la recuperación antes de la segunda mitad de 2021 es ya del 69%, siendo la diferencia algo menor, de 21 puntos, con respecto a la media de la economía (80%).
La incertidumbre económica existente en el sector de la automoción es la principal preocupación para el 68% de los empresarios, más que la incertidumbre en el conjunto del país (55%), y el temor por las pérdidas en la facturación (54%). Para atajar esta preocupaciones, los empresarios del sector prefieren ayudas públicas directas (48%), seguidas por ayudas fiscales (39%) y flexibilidad laboral (37%).