La crisis económica tras la pandemia del coronavirus ha golpeado con fuerza los pilares de la economía española. Como no podía ser de otro modo, el sector inmobiliario se ha resentido y, durante las primeras semanas tras la desescalada del confinamiento, las operaciones que se cerraron eran de primera residencia.
Sin embargo, la demanda de segundas residencias cayó bruscamente y los compradores optaron por esperar a que mejorase el panorama económico. Tras semanas de operaciones a cuentagotas, los expertos celebran que este segmento está remontando, y uno de los motivos es por la posibilidad de teletrabajar, para compaginar ocio y empleo.
Así, según el último Barómetro Inmobiliario, la mayoría de los expertos apuntan a la estabilidad y un crecimiento moderado durante el mes de julio, un 29% más que tras el periodo de confinamiento, cuando la misma cifra apuntaba a descensos.
España es, tradicionalmente, uno de los países con mayor porcentaje de segundas viviendas, ya sea como un activo de inversión o para disfrutarla en periodo de vacaciones y fines de semana. Pero esta tendencia también se ha visto golpeada por la crisis sanitaria.
Son muchos los turistas extranjeros con segunda residencia en España que no han podido acudir a su vivienda durante varios meses por las restricciones sanitarias. Y también se observa que son muchos los propietarios que han optado por alquilar su segunda residencia, para hacerse su particular ‘agosto’, ya que este verano ha aumentado la tendencia de alquilar una vivienda en vez de reservar en un hotel.
Según los datos del Barómetro, el pasado 14 de mayo se cerraron un 32% menos de operaciones, mientras que el 28 de mayo las operaciones habían caído un 16% con respecto al mismo periodo de un año antes. Pero este descenso se fue moderando, y ya el 11 de junio se situaba un 9% por debajo de las cifras de 2019. Sin embargo, ya el 16 de julio las operaciones de compraventa estaban próximas a los niveles de 2019, solo un 3% por debajo.
Por otro lado, los clientes compradores de segunda residencia también representan una tendencia al alza, un 20% más. Así, mientras en el periodo de confinamiento 4 de cada 10 profesionales inmobiliarios observaron un descenso radical de estos compradores, actualmente la misma cifra asegura una situación estable y de cierto crecimiento.
En cuanto a los vendedores, los inmobiliarios coinciden en que se observa cierta estabilidad y crecimiento en este último mes, aunque 3 de cada 10 profesionales no observaron importantes descensos de vendedores durante el confinamiento.
Por tanto, el stock de inmuebles para segunda residencia no se ha visto gravemente afectado durante el conjunto del periodo analizado. En líneas generales, la mayor parte de los propietarios que tenían sus inmuebles en venta continuaron con su propósito, y muchos de ellos sin rebajar el precio.
Sin embargo, en el mercado del alquiler la situación fue distinta. Muchos propietarios, ante el miedo al impago o la ocupación ilegal, barajaron la posibilidad de decantarse por la venta del activo y así minimizar riesgos.
En cuanto al precio de estos inmuebles de segunda residencia, 8 de cada 10 profesionales inmobiliarios aseguran que se mantiene sin variaciones, o que ha descendido entre un 5% y un 10%.