El fabricante japonés de neumáticos Bridgestone contabilizó unas pérdidas netas atribuidas de 22.040 millones de yenes (unos 176 millones de euros al cambio actual) durante el primer semestre de este año, en comparación con los 98.703 millones de yenes (790 millones de euros) que ganó entre enero y junio de 2019.
Tal como ha asegurado la compañía nipona, estas cifras se explican por la caída de la demanda de gomas a nivel global debido a la pandemia del coronavirus y en particular por el fuerte descenso en Europa y Norteamérica.
Así, la facturación de Bridgestone se redujo un 22,1% en los seis primeros meses de 2020, pasando de 1,74 billones de yenes (13.925 millones de euros) en el primer semestre del año pasado a 1,35 billones de yenes (10.804 millones de euros) entre enero y junio de este ejercicio.
Además, el beneficio operativo de la firma se situó en 19.762 millones de yenes (158 millones de euros), un 86,7% menos que los 148.451 millones de yenes (1.188 millones de euros) que ganó en el mismo periodo de 2019.
De cara a cierre de año, Bridgestone espera ingresar hasta 2,7 billones de yenes (21.608 millones de euros), lo que supondría una caída del 22,8% si se compara con los 3,5 billones de yenes (28.010 millones de euros) que facturó en todo el 2019.
En este sentido, el beneficio operativo de la compañía caería hasta los 100.000 millones de yenes (800 millones de euros), aunque Bridgestone no ha querido concretar cuál será su beneficio neto para finales de este 2020.