A la hora de emprender, una de las primeras decisiones que se han de tomar es si se va a optar por el alta como autónomo o si por el contrario es preferible crear una Sociedad Limitada. En muchos casos los profesionales prefieren empezar su andadura como trabajadores por cuenta propia y luego, si la cosa va bien, crear una entidad mercantil. Se suele hacer así porque los trámites para darse de alta como autónomo son más sencillos y más baratos.
Aunque poner en marcha una sociedad mercantil no es hoy en día tan complicado como hace unas décadas, lo cierto es que se pueden tardar unas semanas en tenerlo todo listo. Entre los diferentes pasos que hay que dar, uno de los más importantes es la redacción de los estatutos que luego se presentaran ante el Notario para elevarlos a escritura pública, dándose así por constituida la sociedad.
1¿Qué son los estatutos de una Sociedad Limitada?
Los estatutos son las normas que van a regir la sociedad creada. Son elaborados por los socios, puesto que son ellos los que deciden cómo quieren que funcione la entidad. Recogen cuestiones como la división del capital social entre los participantes, la forma de administración o la forma de toma de decisiones.
No son algo específico de la Sociedad Limitada, todas las entidades mercantiles deben tenerlos, así como algunas entidades civiles tales como comunidades de bienes e incluso las comunidades de propietarios. Lo importante es tener en cuenta que su cumplimiento es siempre obligatorio para los implicados en la sociedad.