Que la sanidad pública española es una de las mejores del mundo es algo que se sigue demostrando año tras año, incluso en situaciones críticas como la vivida a raíz del coronavirus. Pero por muy bien que funcione la sanidad pública muchas veces los tiempos de espera para ver a especialistas, hacerse pruebas o pasar por quirófano son tan largos que esto supone un problema para el autónomo, haciendo que sea recomendable en estos casos un seguro de salud.
Son muchos los autónomos que cubren contingencias comunes a través de seguros. Esto se debe a que su protección pública suele ser menor que la prevista para asalariados. En el caso de la atención médica todos somos iguales y todo el mundo recibe la misma atención, pero el autónomo no puede permitirse bajas laborales largas, así que recurre a la sanidad privada para poder estar listo para trabajar lo antes posible.
2Derecho a estar de baja
El autónomo no es una máquina, es un ser humano que se puede poner enfermo o tener un accidente igual que cualquier otro, por eso cuenta con protección en estos casos. A los autónomos se les reconocen prestaciones por incapacidad temporal, pero esta protección pública es insuficiente en la mayoría de los casos.
En situación de incapacidad temporal se cobra entre un 60% y un 75% de la base reguladora según el tipo de contingencia que haya causado la baja. Teniendo en cuenta que la mayoría de los autónomos cotizan por la base mínima, esto implica que lo que cobran mientras están de baja es una cuantía poco significativa. Y a ello hay que sumarle que tienen que seguir haciéndole frente a la cotización a la Seguridad Social en la mayoría de los casos.