La patata forma parte de nuestra cocina desde que el hombre europeo se trajo este tubérculo de sus incursiones al Nuevo Mundo. Ahora, pocos sabríamos vivir sin ella, porque además de ser un ingrediente que se puede adaptar a cualquier plato, es un hecho que a todos nos encanta. Se puede preparar de un montón de formas, es increíblemente versátil y aporta muchos beneficios para la salud como fibra, carbohidratos, vitamina B6, vitamina C, manganeso, potasio y antioxidantes. Lo tiene todo, y aún podemos añadirle un punto extra: es saciante y tiene pocas calorías.
3PATATAS FRITAS AL HORNO
Las patatas fritas al horno son otra alternativa ligera y saludable, a la vez que deliciosa. ¿Cómo se preparan? Empezamos pelando y cortando las patatas en bastones y las lavamos bien para retirar el exceso de almidón. De esta forma quedarán más crujientes y evitaremos que se pequen entre sí. Después ponemos las patatas en un bol, añadimos un chorro de aceite y lo mezclamos bien con las manos. A continuación disponemos las patatas sobre la bandeja de horno (cubierta con papel de horno), de manera que queden esparcidas. Introducimos en el horno previamente calentado, a 180ºC durante 45 minutos. Tomarán un color muy parecido al de las patatas fritas y quedarán muy crujientes. Antes de servir ponemos una pizca de sal y listas para comer sin miedo a engordar.