La gran semana de la banca española acaba con un mensaje: ninguna entidad tiene en mente fusionarse. Al menos, esta ha sido la respuesta que han dado todos los consejeros delegados durante la presentación de resultados del primer semestre del año. Pero esta información contrasta bastante con la del Banco Central Europeo, en concreto, con la del vicepresidente, Luis de Guindos que lleva insistiendo desde que arrancó 2020, que este año si o si, se irán produciendo movimientos de consolidación.
A diferencia de otras ocasiones, el ex ministro español se aventuraba incluso a poner fecha el pasado 20 de julio, “en las próximas semanas y en los próximos meses” se irán produciendo movimientos, afirmaba. En su opinión, la crisis del covid-19 ha acelerado todo el proceso y el futuro inmediato de la banca europea pasa por movimientos “tanto a nivel doméstico entre las entidades medianas y pequeñas, como a lo largo y ancho del conjunto de la zona euro con una consolidación transnacional”.
Esto permitiría reducir la vulnerabilidad por la baja rentabilidad de la banca europea. La idea no es otra que impulsar su rentabilidad reduciendo costes, “es imprescindible”.
NI COMPRAN NI QUE NOS COMPREN
Las fusiones y adquisiciones no están en los planes inmediatos de la banca española. Desde Bankinter, María Dolores Dancuasa aclaraba que están centrados en hacer rentable EVO y Avantcard, dos negocios que se incorporaron al grupo el año pasado. “El banco no ha cambiado su visión, no quieren ni comprar, ni que les compre nadie”, matizaba.
No muy lejos de estas afirmaciones, el consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez destacaba “no estamos en eso ahora, ni aquí ni a nivel global”. La entidad tiene un criterio para comprar otro banco: que mejore el beneficio por acción en un determinado tiempo, “pero ahora no es nuestra prioridad”. En este sentido, el CEO aclaraba que las fusiones transfronterizas “son más probables”, pero no es el momento.
Tampoco CaixaBank tiene como escenario base buscar una operación, “nuestro camino es el crecimiento orgánico y nos va bien, somos el mayor banco de España en todas las dimensiones” explicaba Gonzalo Gortázar este viernes. El banco tomó el control de BPI en 2018, antes compró Barclays España, y en los últimos dos años han dedicado los esfuerzos a transformar el negocio, reduciendo un 18% la red de sucursales y la salida de 2.000 personas.
PODEMOS SEGUIR SOLOS
Desde el Banco Sabadell, Jaime Guardiola se mostraba rotundo “podemos seguir solos”. A su manera de ver, el concepto de fusiones “tiene sentido industrial”, es la manera de ganar escala, pero hoy el banco “está concentrado en hacer frente a una situación económica compleja, como todos”.
El consejero delegado señalaba que a pesar de que Guindos y la AEB han insistido en que las fusiones serán inminentes, “están lejos de tener presión del regulador”. Y cree que el foco está puesto es las fusiones transfronterizas, “eso sería un paso para la Unión Europea, ayudaría mucho con bancos europeos. Una Europa más integrada me parece normal y que nosotros podamos estar en las quinielas tiene normalidad”. Pero, repetía, “no es el momento”.
La perspectiva cambia cuando hablamos de Bankia y BBVA, dos entidades que han estado en boca de analistas y expertos financieros en los últimos meses como posibles compañeros de fusión. Ninguno ha dejado la puerta abierta oficialmente, pero tampoco la ha cerrado y menos esta última semana.
LA PAREJA FAVORITA
José Sevilla comentaba que Bankia era favorable a las fusiones, por eso integraron BMN. Reconocía además que la baja rentabilidad de la banca era “un incentivo”, pero a pesar de ello, el mensaje era similar al de hace tres meses, “no hay nada encima de la mesa, ni debajo”. El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, fue peguntado en concreto por Bankia, pero se limitó a responder que no hablaba de ninguna entidad.
Presumía de que su banco “tiene margen para hacer cualquier cosa” aunque de momento están centrados en el crecimiento orgánico. Sin embargo, tienen la responsabilidad “de explorar las oportunidades que se planteen”. El número dos de BBVA comentaba también, que los niveles de rentabilidad del sector están por debajo del nivel óptimo, tanto en España como en Europa, por lo que “podrían surgir oportunidades de consolidación”.
El juego de palabras en las dos entidades ha vuelto a disparar las alarmas. El mercado vaticina que el sistema español se reducirá a cinco o seis entidades, los reguladores animan a ello y esperan avances antes de que acabe el año. Bankia ha estado y sigue estando en todas las quinielas.