Se cumplen seis años desde que diera lugar la proclamación de Felipe VI como rey de España tras la abdicación del emérito Juan Carlos I con el fin de regenerar y modernizar la Corona. Entre ello, junto al Borbón, también ha aparecido Letizia Ortiz, que se ha convertido en un buen apoyo para la institución durante estos años.
Sin embargo su condición de Princesa de Asturias primero, y reina consorte después, no se lo han puesto nada fácil especialmente prestando atención a sus inicios en Casa Real, ya que a diferencia de Sofía, hija, hermana, esposa y madre de rey, Letizia no tiene sangre azul, algo que creó más de un conflicto; desde nuestro portal de Merca2.es repasamos su vida antes y la etapa como miembro de la Familia Real.
6Una reina «culta y leída»
El historiador hispanobritánico Charles Powell se refiere a la reina Letizia como «una mujer culta y leída«, algo que se ha podido observar en sus diez años como Princesa de Asturias y en sus seis como reina consorte, junto a Felipe VI.
Ortiz se había sometido desde el inicio de su incorporación a la Casa Real a un intensivo programa de educación, como el llamativo orden y protocolos. No tardamos en verla desenvolverse con naturalidad en la agenda oficial y también en la propia.
Lo que hizo aumentar su presencia en actos públicos, especialmente después del crecimiento de sus hijas, desarrollando una agenda propia de trabajo centrada sobre todo en temas sociales y culturales. Mientras, también es cierto que desde su posición como reina también ha visto una influencia menor de éstos, como ocurre hoy día, bastante difícil de verla.