La Infanta Cristina ha cumplido recientemente 55 años, la hija mediana de los reyes eméritos ha experimentado grandes cambios en su vida, y muchos de ellos se han concentrado en los últimos años. Ha pasado de ser la favorita de su padre a acabar prácticamente en el destierro, un miembro de la Familia Real al que es mejor mantener alejado de todo.
Por si tener a su marido en la cárcel y no haberlo podido ver en meses debido al coronavirus fuera poco, a esto se suma ahora los problemas de su padre con el Fisco, y es que las noticias sobre la fortuna privada de Juan Carlos I y sus cuentas en paraísos fiscales no dejan de llegar. Así que seguro que este no ha sido su cumpleaños más feliz.
3Trabajo dentro y fuera de la Familia Real
Por mucho tiempo la Infanta Cristina fue uno de los miembros más activos de la Familia Real en lo que a eventos públicos y de representación se refiere. Fue nombrada presidenta de honor de la fundación ANAR, embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas, inauguró el Campeonato del Mundo de Natación en Barcelona en 2003 e hizo varios viajes de cooperación internacional.
Combinó estas actividades con su carrera profesional la Fundación La Caixa, en la que ha llegado a ocupar el cargo de directora del área social. Puesto en el que cesó en 2009 al trasladarse con su familia a vivir a Washington D.C. Desde su traslado a Ginebra en 2013, trabaja en la Fundación Aga Khan.