El Banco Central Europeo se puso firme en marzo y recomendó a la banca no distribuir beneficios entre sus accionistas mientras dure la crisis del covid-19. En ese momento, la institución que preside Christine Lagarde contemplaba que la decisión sobre el pago de dividendos con cargo a los resultados de 2019 y 2020 se retrasaran hasta el 1 de octubre.
Pero ya en junio, estudiaba si las entidades europeas deberían cancelar el reparto de dividendos también en 2021. La decisión de esta semana se ha quedado a medio camino, pero igualmente ha sentado como un jarro de agua fría en el sector. El BCE ha decidido que se retrase el pago de dividendos en efectivo al 1 de enero de 2021, aunque si permite los scrip dividends.
En el inicio de la pandemia, algunas entidades se adelantaron incluso a la propuesta del regulador, como el Banco Santander, que tomo la decisión en la Junta de Accionistas, y esta se celebró tres días antes. Pero las cosas ahora no se ven como hace cinco meses y en la presentación de resultados del segundo trimestre del año, las primeras filas de la banca española han aprovechado para cargar contra el regulador.
LA BANCA PIERDE ATRACTIVO
Por orden cronológico, la primera en mostrar su descontento fue María Dolores Dancausa. La consejera delegada de Bankinter, explicó que su entidad decidió no distribuir dividendo con cargo al primer semestre y se ajustarán a la recomendación del supervisor. Pero cree que les deberían dejar repartir dividendo, porque hay mucha gente que invierte en banca “y este es su ahorro, su modo de vida. Y así, el sector bancario deja de ser atractivo para los inversores”.
En este contexto, la CEO explicaba que la capacidad orgánica que tiene Bankinter de generar capital “es sólida”. Además, a cierre de semestre habían mejorado en 25 puntos básicos el ratio de capital CET1 fully loaded, hasta alcanzar el 11,8%.
El escenario es algo diferente en Bankia, que celebró la Junta de Accionistas antes de la recomendación del BCE y ya había aprobado el pago del dividendo de 2019, de manera que se abonó. Por otra parte, la entidad solo paga dividendo una vez al año y el Consejo no toma la decisión hasta que se cierran las cuentas. De hecho no es hasta finales de enero cuando se propone un extraordinario. Por ello, la decisión del Banco Central no les afecta de momento.
Pero la cosa cambia si se habla del próximo ejercicio, el consejero delegado, José Sevilla fue claro “a cierre de ejercicio tomaremos la decisión tanto del ordinario como del extraordinario, pero seguiremos la política normal. Nosotros no renunciamos a nada, nuestra intención es la de poner en valor a los accionistas”.
El CEO destacaba que las entidades bancarias españolas son cotizadas y el reparto de dividendo depende de los colchones de capital, así que confía en que se remunere a los accionistas en 2021. A cierre de junio, Bankia alcanza un CET1 fully loaded del 13,27%. Este nivel supone un colchón de +489 puntos básicos sobre los mínimos regulatorios exigidos para 2020. Adicionalmente, las medidas de flexibilización de capital surgidas a raíz de la crisis del covid-19 suponen para el grupo un impacto positivo en capital de +68 puntos básicos que está pendiente de reconocer y situaría el ratio en el 13,95% a cierre de semestre.
ÁLVAREZ QUIERE DISCRIMINACIÓN
El consejo del Banco Santander tiene la intención de proponer a la Junta de Accionistas el pago de un scrip dividend (que se pagará con nuevas acciones) equivalente a 0,10 euros por acción, para un dividendo total equivalente a 0,20 euros con cargo a los resultados de 2019.
Y para pagar dividendo en efectivo con cargo a los resultados de 2020 (cuando el regulador lo permita) la entidad ha devengado unos 400 millones de euros. La intención “es seguir haciendo devengo los próximos trimestres” según apuntaba José Antonio Álvarez este miércoles.
El consejero delegado del Santander, ejercía de adalid de la banca española, espera que los reguladores no extiendan el veto. En su opinión “hay más perjuicio” si no se reparte dividendo, que repartiéndolo porque los inversores hacen sus inversiones basándose en los riesgos que esperan y si una entidad no puede retribuir a sus accionistas, “el coste de capital sube y las cotizaciones bajan” alertaba.
Álvarez mandó un mensaje al BCE “espero que haya una mayor discriminación en función de la situación de las entidades y la capacidad de generar resultados que tengan. Esto no puede ser café para todos». El Santander ha reforzado capital y está “en el rango alto de su objetivo” en concreto, en el 11,84% y con esto, el Consejo ve factible pagar un scrip dividend en acciones este año.