Meliá Hotels International registró un resultado consolidado atribuido negativo de 358,6 millones de euros entre enero y junio, certificando así el «peor» semestre de su historia, en comparación con los beneficios de 47,7 millones que registró en el mismo periodo de un año antes, por el impacto de la crisis del coronavirus y el deterioro del valor de los activos.
El consejero delegado de la cadena, Gabriel Escarrer, ha afirmado que ante lo «inédito» del desafío planteado por la Covid-19, el éxito de las compañías turísticas en 2020 se medirá por su resiliencia. «No es momento de pensar en los beneficios, sino en la supervivencia y el fortalecimiento a largo plazo, afianzando los básicos y consolidando nuestra competitividad en la nueva era del turismo post-Covid», ha señalado.
La compañía, que remitió este jueves el informe financiero del semestre a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), obtuvo unos ingresos consolidados de 319,2 millones de euros entre enero y junio, un 63,3% menos que un año antes.
La cadena ha argumentado que estos resultados responden a que los meses de abril y mayo han sido «los más complejos del año» en cuanto a ingresos, con casi la totalidad de los hoteles cerrados por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
Derivados de los efectos de la crisis provocada por la expansión del coronavirus se han registrado deterioros del valor de los activos por importe de 148 millones, afectando a diferentes epígrafes de la cuenta de resultados, pero sin salida de caja y, por consiguiente, sin impacto en la liquidez, según ha matizado la compañía.
Además, sobre el negocio inmobiliario, durante el primer semestre del año, al igual que en el mismo periodo del año anterior, la compañía no ha realizado ninguna venta de activos y, por tanto, no se ha generado ninguna plusvalía.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue negativo hasta un total de 71,3 millones, respecto al beneficio de 216,8 millones del año pasado, mientras que el resultado operativo también fue negativo, hasta 308,5 millones, en comparación con los 93,5 millones de beneficio del mismo semestre de 2019.
En el mes de junio la cadena inició la reapertura de hoteles en diferentes áreas y a diferentes velocidades. Y es que durante el segundo trimestre tan sólo 12% de las habitaciones disponibles estuvieron abiertas en comparación con el mismo periodo del año anterior.
PERSPECTIVAS: TEMPORADA ESTIVAL MÁS CORTA DE LO HABITUAL
En términos generales, la compañía ha admitido que el negocio evoluciona «a distintas velocidades» en función de una serie de factores.
De cara al tercer trimestre, en las diferentes regiones se está procediendo con la reapertura paulatina de hoteles, si bien las perspectivas de aperturas están sujetas a la evolución de la demanda de los diferentes destinos donde tiene presencia.
La cadena ha destacado que en España durante el mes de julio se habrán reabierto casi 60 hoteles, concentrados fundamentalmente en la costa peninsular, Baleares y Canarias para una temporada que estiman que «será más corta de lo habitual».
Como «nota positiva» de cara al siguiente trimestre del año, en las diferentes regiones se está procediendo con la reapertura paulatina de hoteles; en la división América, la compañía ha destacado que en México ya cuenta con dos hoteles abiertos (Meliá Puerto Vallarta y Paradisus Playa del Carmen) desde el primero de julio y se prevé abrir el Paradisus Los Cabos a mediados de agosto. En cambio, en la República Dominicana, los hoteles permanecen cerrados y se plantea su reapertura a partir del cuarto trimestre.