Ferrovial registró una pérdida neta de 379 millones de euros en el primer semestre, frente a los ‘números rojos’ de 6 millones de un año antes, como consecuencia del impacto de la crisis en sus negocios, fundamentalmente en el aeropuerto de Heathrow, en el que tiene una participación del 20%.
El grupo que preside Rafael del Pino se anota un impacto negativo de 222 millones por las pérdidas del aeródromo londinense, que se suma al de 31 millones que le ocasionan sus otros tres aeródromos regionales británicos.
Asimismo, Ferrovial registra un efecto de 39 millones por la reestructuración del grupo que contempla su nuevo plan estratégico y la provisión en el negocio constructor que ya realizó en el primer trimestre.
Además, los resultados de la compañía se ven también afectados por los menores dividendos cobrados de los activos considerados ‘joyas de la corona’ de la empresa, también a consecuencia de la crisis.
Ferrovial recibió dividendos por un total de 133 millones, casi la mitad (un 45,5% menos) que un año antes. Heathrow le reportó 29 millones de euros, pero sólo por el dividendo del primer trimestre, el del segundo ya no lo pagó, y no volverá a repartirlos ni este año ni en 2021 en virtud de un acuerdo con sus financiadores.
La autopista canadiense ETR-407 le abonó 87 millones, también en los tres primeros meses, y tienen condicionados los eventuales futuros pagos a la evolución de la crisis, mientras que, de su lado, las autopistas estadounidense pagaron 5 millones.
En el plano operativo, el grupo indica que la pandemia «empezó a afectar» a sus actividades «en la última parte de marzo y continuó con mayor incidencia en el segundo trimestre».
A pesar de ello, Ferrovial logra saldar la primera mitad del año con un aumento de ingresos del 12%, hasta los 2.914 millones, y un beneficio bruto de explotación (Ebitda) positivo en 128 millones, impulsados por la división de construcción.
La tradicional actividad constructora aportó el grueso de los ingresos, un total de 2.681 millones, que crecen un 15,2% y en un 88% provienen del negocio internacional, fundamentalmente Estados Unidos.
Ferrovial logra esta facturación a pesar de que, según sus cálculos, los parones de actividad registrados por la pandemia en los distintos mercados en que está presente se llevaron 175 millones en ingresos.
Al cierre de junio, el grupo contaba con una cartera de obras pendientes de ejecutar por valor de 11.371 millones, un 1,7% más y el 87% en el exterior, al que hay que sumar proyectos logrados ya en julio por 900 millones.
Construcción compensó así la caída del 13,4% que se anotó la gestión de autopistas, hasta los 227 millones, por los desplomes de tráfico derivados del confinamiento.
LIQUIDEZ RECORD ANTE LA CRISIS
Ferrovial remarcó su posición ante la crisis, con una liquidez «récord» de 7.058 millones, una posición de caja de 1.668 millones, además del plan de ajuste y contención de costes que ya incluyó en su nuevo plan estratégico que lanzó el febrero.
En el plano operativo, el grupo indica que el tráfico de sus autopistas se están recuperando desde el fin del confinamiento, al igual que las obras de construcción.
No obstante, todas las vías han «revisado y ajustado» sus inversiones retrasando todas las «no esenciales», al igual que los aeropuertos.
En el caso del negocio constructor, las medidas ‘anticrisis’ contemplan una reducción de costes, presentación de reclamaciones decompensación por el impacto que pueda generar en el retraso o en el coste de ejecución de los proyectos en el caso de aquellos contratos cubiertos por cláusulas de fuerza mayor.