Aunque los jóvenes son el futuro, lo cierto es no lo tienen nada fácil en el mercado laboral. A muchos les resulta complicado encontrar un trabajo debido a su juventud y su falta de experiencia, y cuando por fin lo encuentran sus condiciones laborales no suelen ser buenas. Por eso, no es de extrañar que muchos de ellos opten por el trabajo autónomo.
Sin embargo, la vida de los jóvenes emprendedores tampoco es nada sencilla. Es cierto que estamos acostumbrados a ver ejemplos de emprendedores exitosos y jóvenes, pero la realidad es que la mayor parte de los que deciden emprender la aventura de iniciar su negocio acaban realizando un trabajo igual o más precario que si fueran asalariados.
3La dificultad de poner en marcha un negocio sin dinero
Una de las primeras barreras que debe superar el joven que quiere ser autónomo es encontrar la financiación necesaria para su proyecto. En España hay medidas de apoyo a los nuevos emprendedores como la tarifa plana de 60 euros durante el primer año de actividad, así como algunas subvenciones para este colectivo, pero debemos tener en cuenta que este tipo de ayudas no están disponibles en todo el mundo.
Un joven que no ha trabajado mucho no tiene suficientes ahorros y esto le pone en una situación de vulnerabilidad, puesto que se verá obligado a aceptar trabajos peor pagados para poder devolver ese dinero que ha tenido que pedir prestado para poner en marcha su negocio.