Principio de acuerdo y nueva prórroga de la ultractividad del convenio colectivo entre la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) y los sindicatos, CCOO, FINE y UGT, que representan a casi el 85% de la plantilla de CaixaBank, Bankia, Liberbank o Unicaja.
En su última reunión de julio, la de este martes, se han sentado las bases del que será el convenio de los próximos tres años. Según explican fuentes sindicales a MERCA2 “ha sido un acuerdo mixto, que incluye prórroga hasta el 30 de septiembre” y ahora se está rematando un borrador con los puntos de acuerdo.
El pasado 31 de junio venció la ultraactividad del convenio colectivo sectorial y los sindicatos pidieron más tiempo (hasta 31 de diciembre) para seguir negociando y llegar a un acuerdo, pero solo consiguieron que la patronal prorrogara la negociación hasta este 28 de julio. La tensión era máxima pues 75.000 trabajadores de cajas de ahorro podían quedarse por primera vez sin convenio colectivo. De ocurrir esto, el sector entraría en un conflicto sin precedentes.
Los sindicatos señalaban entonces que la CECA “quería llevar la situación al límite”, pero le advirtieron que esta estrategia no les iba a dar resultados. En cualquier caso, estaban preparados para un largo periodo de conflictividad. Sin embargo, según han ido avanzando las cuatro reuniones de julio, las cosas han ido mejorando. «A pesar de la amenaza, hemos logrado alcanzar unos puntos de acuerdo que conllevan la retirada de la mayoría de propuestas de la patronal» detallan.
CUATRO REUNIONES
Las cajas de ahorro acordaron reunirse el 8, 14, 21 y 28 de julio, a fin de que en el último encuentro hubiera acuerdo. Pero tenían claro que un mes iba a ser insuficiente porque tenían que profundizar y actualizar las propuestas que la CECA había echado para atrás. “Estamos en fase de valoración”, explicaba Joan Sierra, secretario general de la Agrupación Sector Financiero de CCOO (presente en la negociación) a este medio, a principio de mes.
Sierra sabía que la probabilidad de que no se llegase a acuerdo era alta, pero había que ponerse de acuerdo, porque las únicas opciones eran renovar la retroactividad o prolongar la negociación, de lo contrario, el convenio decaía.
En la reunión del 21 de julio se avanzó bastante, la CECA retiró algunas de sus propuestas de la mesa en aras a poder avanzar en la negociación. En concreto, la de ampliar la movilidad geográfica hasta los 50 kilómetros, establecer la jornada partida de lunes a jueves para toda la plantilla, como horario general, y continuada exclusivamente los meses de julio y agosto. También la propuesta de condicionar la promoción por experiencia a una evaluación del desempeño. Y el complemento de residencia.
En la de este martes, dos de los objetivos básicos de estas tres organizaciones se han cumplido: mantener vivo el convenio del sector de ahorro con toda su estructura y vigencia de 5 años, y preservar e incluso mejorar las condiciones laborales.
Los sindicatos justifican que el convenio colectivo no puede solucionar todas las casuísticas que se dan en las empresas, por ello, debe ser en la negociación colectiva donde se concreten. Y en eso trabajan ahora.
LA IMPORTANCIA DEL CONVENIO
El convenio sectorial es estatal, es decir, afecta a las plantillas de todas las entidades, pero luego en las más grandes hay acuerdos. Es una base mínima de aplicación. Pero sin lo primero, tampoco existe lo segundo, y entonces cada trabajador tendría que pactar sus condiciones laborales con la entidad que trabaja. Pero esto generaría un conflicto sectorial sin precedentes.
Las entidades de crédito, las cooperativas de crédito, la banca y las cajas de ahorro tienen el mismo interés: mejorar el convenio 2015-2018. Este acabó el 31 de diciembre de 2018 y se tendría que haber negociado el año pasado, pero ha habido retrasos porque en 2019 las patronales y los sindicatos tuvieron otra negociación en paralelo, la del registro de la jornada laboral a raíz de la nueva regulación.
Las entidades y cooperativas de crédito llegaron a un acuerdo en febrero y consiguieron ampliar el plazo de negociación hasta el 31 de diciembre. Aquí hay dos patronales UNACC Y ASENCC (la última aglutina prácticamente a Cajamar) y su ultraactividad ha dado respiro a 18.000 trabajadores.
A la banca y las cajas de ahorro les pilló el covid-19 y paralizó las negociaciones casi 4 meses. Por ello los representantes de los trabajadores insistían en que se ampliaran el plazo. No fue hasta finales de junio cuando la AEB, junto a representantes del Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell o Bankinter y los sindicatos, llegaron a un acuerdo para ampliar el plazo de la banca hasta el 31 de octubre.
En banca “todo va a un ritmo más normal” explicaba Sierra, que está presente en todas las mesas de negociación. Este convenio es al que más trabajadores involucra, 90.000. Las peores paradas han sido las cajas de ahorro, que se reunieron el último día de plazo y han sido las que menos tiempo han conseguido para seguir negociando. En su caso, el convenio afecta a 75.000 personas. Ahora, de nuevo, la prórroga incluye menos tiempo que el que tiene banca, pero aún cuentan con dos meses para matizar todos los puntos del acuerdo.