El uso generalizado de la mascarilla ha impulsado todo un mercado en torno a este artículo que ahora mismo podría considerarse de primera necesidad, que, además, es obligatorio. Desde grandes diseñadores, marcas de lujo, tiendas fast-fashion, hasta pequeños emprendedores, se han sumado al carro y están ofreciendo un sinfín de mascarillas con distintos tejidos, colores, tallas y formas, para todos los gustos.
Pero también el sector tecnológico está trabajando para ofrecer las mejores soluciones a los diferentes problemas que presenta el uso de esta prenda, y a la vez incorporar funciones extra. Desde la mascarilla que traduce mensajes, hasta la que incorpora unas luces led que se mueven a la vez que la boca en una conversación, simulando incluso nuestra sonrisa.
2ES TRANSPARENTE
Una de sus características más llamativas es que es transparente, un detalle más importante de lo que creemos. Interactuar con alguien y poder ver su boca, su sonrisa y sus expresiones faciales forma parte de la comunicación humana y esto es algo que ahora mismo nos está vetado, y que limita un poco las relaciones sociales. Pero es un handicap aún mayor para las personas que tienen dificultades auditivas y necesitan apoyar su comprensión leyendo los labios o interpretando gestos. Por eso Cliu se considera una mascarilla inclusiva.
Además, la parte transparente que deja visible la mayor parte de la cara, tiene un eficaz tratamiento antivaho que nos permite usarla cómodamente sin que se empañe.