Las pizzas son ese conglomerado de ingredientes variados y al gusto como el queso, el jamón, el atún, cebolla, o, tomate, entre otros muchos, que se introducen en una masa circular de pan, fina o gruesa, que se cuece al horno y que ingerimos de manera rápida. Se trata de una comida sencilla, barata y fácil de cocinar de origen italiano, que podemos encontrar en los supermercados ya preparadas y listas para tomar.
Y es que, de el arte de hacer una buena pizza a comer un producto congelado hay muchísima diferencia. Si en el 2017 la UNESCO reconoció el arte de los pizzaioli (pizzeros) de Nápoles como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, hoy en día existen infinidad de variedad de pizzas congeladas en los supermercados, que sentimos comunicaros, que jamás deberías comprar. Os explicamos el por qué.
4Pizza de Prosciuto Casa Modena
Esta es una pizza que si la compramos nos da la sensación de que hemos hecho una gran compra, como si hubiéramos salido de un supermercado italiano. Al menos eso es lo que parece por su envoltorio. Una pizza de gran calidad y hecha 100% en Italia. Sin embargo, en el análisis de la OCU apenas llega al aprobado (5,5 puntos sobre 10). Una pizza con altos contenidos en sal y grasas, además, mucho mayores que los estándares permitidos.