Los frutos secos son uno de los alimentos más completos, nutritivos y sencillos que hay. Decimos sencillos porque se pueden comer directamente en crudo. De hecho es lo recomendable, sin aditivos ni sal añadida ni nada. Así es como te podrás inflar a estos frutos sin miedo a engordar. Una opción además perfecta para picar entre comidas sin miedo a echar tripa o disfrutarlos con un deliciosos yogur. Las opciones son infinitas no todos los frutos secos son igual de buenos para mantener la línea.
Los frutos secos son alimentos saludables que aportan nutrientes importantes, como vitaminas, minerales y ácidos grasos omega 3. Diversos estudios en los últimos años han demostrado que, a pesar de su alto valor energético, su consumo no se relaciona con aumentos de peso. Es más, otros sugieren que ayudan a adelgazar, en especial cuando sustituyen los aperitivos industriales, además de prevenir enfermedades cardiovasculares. Veamos los que menos calorías aportan.
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Otro clásico entre los frutos secos y de los más vendidos. Las almendras tienen un aporte calórico moderado en comparación con otros frutos secos, hablamos siempre de la versión cruda o como mucho tostada. Aportan grandes cantidades de carbohidratos, minerales, proteínas y grasas saludables, además de vitaminas E y B que son potentes antioxidantes que protegen de los radicales libres.
También contiene una buena cantidad de hierro y mucha fibra, por lo que son saciantes. Puedes optar por varias opciones: las almendras de California, crudas, de color marrón claro, con la piel adherida a la pulpa o las almendras tostadas clásicas y a granel con su cáscara.
