viernes, 22 noviembre 2024

Vodafone y Telefónica llevan su disputa a los objetos conectados ‘verdes’

Los operadores de telefonía compiten por un mercado cada vez más ajustado. Ya sea en la parte residencial o corporativa. Y eso no excluye, en ese segundo ámbito, las líneas contempladas en el segmento del internet de las cosas (IoT). Un negocio donde Vodafone y Telefónica están invirtiendo importantes recursos con el objetivo de afianzar su cuota.

Además, en esta nueva carrera por posicionar la marca como referente del sector, ambos operadores han expuesto públicamente su voluntad de apoyar al medio ambiente y los objetivos sostenibles. Un factor, de hecho, que siempre ha buscado el IoT en la maximización de recursos energéticos para consumir más con el mayor ahorro.

En este contexto, la compañía dirigida en España por Emilio Gayo ha presentado este lunes algunas cifras representativas de su negocio en este apartado. Así, cabe destacar que a cierre del primer trimestre de 2020 contaba con más de 2,6 millones de líneas IoT, lo que representa un crecimiento interanual del 12,4%.

En paralelo a este crecimiento, Movistar sigue ampliando su cobertura IoT en función de las necesidades de los clientes, según explica la compañía, por lo que llega tanto a zonas urbanas como rurales de todo el territorio nacional. De hecho, algunas áreas como Madrid y Valencia tienen un 100% de cobertura dada la gran demanda de soluciones conectadas.

Con estas cifras, la compañía del portugués Antonio Coimbra exhibe siempre que puede su liderazgo en este ámbito de negocio. Al menos por volumen. Así, Vodafone España sumó 518.165 líneas correspondientes a ‘Internet of Things’ durante su último ejercicio fiscal, y alcanzó 2.753.278 de líneas activas en España, lo que supone un incremento superior al 23% respecto al año anterior.

La compañía, según explicaba en un comunicado a finales de mayo, experimentó un importante crecimiento en el último trimestre de su ejercicio con 150.000 nuevas altas. De esta forma, el operador rojo se posiciona como operador líder del mercado IoT en España, con una cuota de mercado superior al 35%.

VODAFONE Y TELEFÓNICA NO CEDEN

Ambas compañías saben que no es el momento de ceder un solo milímetro, sea el negocio que sea. Además, han identificado líneas de trabajo esenciales que, además, tienen una recompensa en la imagen corporativa de la compañía. Por ello, no es de extrañar que tanto Vodafone como Telefónica pongan especial énfasis en sus proyectos conectados ‘verdes’.

En el caso del operador azul, la inversión en IoT en proyectos para combatir el cambio climático y reducir el impacto medioambiental fue de 1,6 M€ en 2019. Algunos de los proyectos más relevantes de Telefónica en el último año en IoT han sido la conectividad a las 4.000 motos eléctricas de Muving, una de las principales empresas de ‘motosharing’ de España, distribuidas en 10 ciudades europeas y estadounidenses; o el acuerdo junto con la startup HUMANoX con el Club Atlético Osasuna para implantar las espinilleras HX50, fabricadas en fibra de carbono.

Además destaca la incorporación de soluciones IoT a las comunicaciones de Nestlé Professional para supervisar los parámetros de las soluciones de café con el objetivo de optimizar la experiencia de sus clientes y aumentar la eficiencia del negocio. 

En cuanto a Vodafone, su tecnología IoT pretende proporcionar a sus clientes medios suficientes para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El uso de algunas de estas soluciones por parte de los clientes del operador rojo, de acuerdo con el informe elaborado por Carbon Trust, ha evitado la emisión de 677.955 Toneladas de CO2 en España durante el último ejercicio fiscal.

En concreto, las aplicaciones de IoT que ayudan a reducir esas emisiones incluyen medidores inteligentes de energía que permiten a las empresas, autoridades municipales y hogares monitorizar, administrar y reducir su uso de energía. También se consigue smart cities conectadas de manera inteligente para mejorar la eficiencia de los servicios intensivos de energía, como el transporte público, las redes de carreteras y el alumbrado.


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