Pisto manchego: cómo se hace y por qué debes tomarlo en verano

El estofado también es para el verano. Y no existirá calor suficiente, ni llegar si quiera a los 50 grados, que nos pueda arrebatar las ganas y de las manos un buen plato de estofado. Y si es un pisto manchego, mejor que mejor. Porque este guiso no tiene por qué ser un plato exclusivo para cocinar en invierno, o cuando el clima es frío y la cocción lenta; puedes hacerlo con verduras de temporada de verano y con carne de cocción rápida, como el cerdo o el pollo, y no hará falta servirlo caliente.

Te explicamos paso a paso como hacer un buen pisto manchego para chuparte los dedos y que es apto solo tomar durante las elevadas temperaturas. Un rico plato fresquito, ligero y muy fácil y rápido de hacer, que hará que desees repetir todas las semanas ¡Atentos!

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¿Cómo elaborar un buen plato de pisto fresco?

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Calienta dos cucharadas de aceite en el aceite en una sartén. Cuando esté caliente, agregamos la berenjena, la cebolla, el pimiento verde, el rojo, y el chile, si le quieres dar un toque picante. Otra opción puede ser cocinar los pimientos aparte en el horno con aceite y sal a 220 ºC durante 20 minutos, para después agregarlos a la sartén. Saltea, y revuélvelo todo hasta que la cebolla se ablande durante más o menos 5 minutos, y agrega el tomate y el calabacín. Condimentamos al gusto con sal y pimienta, y cubrimos la sartén para dejar que se cocine todo a fuego lento hasta que las verduras estén tiernas durante 15 o 20 minutos.