Es posible que desde hace tiempo te ronde por la cabeza la idea de poner un negocio en marcha, pero eso de ser autónomo te dé un poco de vértigo. Has oído miles de cosas sobre lo complicado que lo tiene este colectivo y eso te asusta. Pero, admítelo, también te seduce la idea de ser tu propio jefe y hacer realidad tu sueño.
No te vamos a mentir, ser autónomo no es nada fácil. No solo vas a tener que atender a tu negocio, también hacer gestiones y trámites administrativos, llevar la atención al cliente, emitir facturas, acordarte de tributar a tiempo… Y al mismo tiempo puede ser una experiencia muy gratificante que te haga crecer personal y profesionalmente. Vamos a ver 5 razones que te quitarán las ganas de darte de alta en el RETA y otras 5 que harán que vayas corriendo a hacer los trámites para iniciar tu actividad.
8Aunque la protección social sea baja, la tienes
Es cierto que en muchos países de nuestro entorno los autónomos pagan una cotización mucho más baja, pero también es cierto que su protección social es mínima, algunos no tienen garantizado ni su derecho a acceder a una pensión pública de jubilación en un futuro. Esto implica que deben gastar más dinero en seguros privados y planes de ahorro.
En España la protección de los autónomos quizá no es tan alta como nos gustaría, pero puedes estar seguro de que vas a tener una pensión de jubilación (aunque sea baja) y una prestación en caso de incapacidad temporal. Y además, al cotizar tienes acceso a todas las prestaciones de sanidad publica.