Es posible que desde hace tiempo te ronde por la cabeza la idea de poner un negocio en marcha, pero eso de ser autónomo te dé un poco de vértigo. Has oído miles de cosas sobre lo complicado que lo tiene este colectivo y eso te asusta. Pero, admítelo, también te seduce la idea de ser tu propio jefe y hacer realidad tu sueño.
No te vamos a mentir, ser autónomo no es nada fácil. No solo vas a tener que atender a tu negocio, también hacer gestiones y trámites administrativos, llevar la atención al cliente, emitir facturas, acordarte de tributar a tiempo… Y al mismo tiempo puede ser una experiencia muy gratificante que te haga crecer personal y profesionalmente. Vamos a ver 5 razones que te quitarán las ganas de darte de alta en el RETA y otras 5 que harán que vayas corriendo a hacer los trámites para iniciar tu actividad.
6Eres tu propio jefe
No todo es malo cuando se trata de ser autónomo, también hay cosas muy buenas. La primera de ellas es que no tendrás que aguantar jefes nunca más. Solo tú decidirás cómo llevas tu negocio e incluso el tipo de clientes con los que trabajarás y aquellos con los que no quieres tener ninguna relación.
Si eres tu propio jefe puedes ser todo lo flexible que necesites. Elegirás a tus proveedores, establecerás la estrategia de crecimiento e incluso puedes llegar a ser el jefe de otros si optas por tener un becario o incluso te animas a contratar tus propios empleados. Es más, como autónomo también puedes contratar a tus familiares, lo que os ayudará a aumentar los recursos económicos de la familia.
