Es posible que desde hace tiempo te ronde por la cabeza la idea de poner un negocio en marcha, pero eso de ser autónomo te dé un poco de vértigo. Has oído miles de cosas sobre lo complicado que lo tiene este colectivo y eso te asusta. Pero, admítelo, también te seduce la idea de ser tu propio jefe y hacer realidad tu sueño.
No te vamos a mentir, ser autónomo no es nada fácil. No solo vas a tener que atender a tu negocio, también hacer gestiones y trámites administrativos, llevar la atención al cliente, emitir facturas, acordarte de tributar a tiempo… Y al mismo tiempo puede ser una experiencia muy gratificante que te haga crecer personal y profesionalmente. Vamos a ver 5 razones que te quitarán las ganas de darte de alta en el RETA y otras 5 que harán que vayas corriendo a hacer los trámites para iniciar tu actividad.
3Te sientes incomprendido por ser autónomo
Solo quien se ha enfrentado con todos los riesgos y las preocupaciones asociadas a poner en marcha su propio negocio sabe lo que realmente es. Quien nunca ha sido autónomo no puede llegar a comprender lo complicado que es y los altos niveles de estrés que deben manejar los profesionales que trabajan por cuenta propia.
Esto te puede generar incluso problemas a nivel personal, puesto que te das cuenta de que aquellas personas que se supone que tienen apoyarte no lo hacen tanto como deberían. No entienden por qué tienes que dedicar los fines de semana a hacer la contabilidad de tu negocio en lugar de irte al campo, o que llegues tarde a casa día sí y día también.