Con frecuencia el autónomo se encuentra con que las relaciones con sus clientes son un tanto inestables e incluso inexactas. No sabe bien cuándo va a cobrar, la fecha exacta en la que debe terminar su servicio, etc. Esto se debe en gran medida a que no se firma un contrato de prestación de servicios que marque las pautas a seguir.
En la mayoría de los casos el acuerdo entre profesional y cliente se hace de forma verbal y sin llegar a negociar nada más allá del servicio a prestar o producto a entregar y el precio. Sin embargo, esto puede comprometer los intereses profesionales del autónomo, por eso, lo mejor es firmar un contrato que defina bien las obligaciones y derechos de ambas partes.
5El contrato de prestación de servicios frente a la morosidad
La falta de liquidez es un problema habitual para los autónomos, y en muchos casos se debe al pago tardío de sus servicios que hacen los clientes e incluso al a morosidad. Lo que no todos los profesionales saben es que el contrato de prestación de servicios les puede servir como defensa frente a este problema.
Siempre es buena idea reproducir en el contrato lo que dice la Ley de Morosidad sobre los plazos de pago y los intereses aplicables en caso de incumplimiento. Al ver por escrito la penalización asociada al retraso en el pago, el cliente tiene una mayor tendencia a cumplir con su obligación y hacerlo además en un plazo razonable.