Lo peor de la pandemia, el dolor de los afectados y fallecidos y la incomodidad e incertidumbre del confinamiento, pasará a la historia. Sin embargo esto no sólo no ha acabado al menos hasta que haya una vacuna, con la «nueva normalidad» y el peligro de rebrotes que ya se están produciendo. A todo esto hay que añadir las secuelas de los que ya han pasado la enfermedad. Cicatrices, agujeros…, son las marcas del coronavirus que aterrorizan y deberían al menos de servir como aviso para extremar las precauciones.
También veremos las consecuencias psicológicas que conlleva pasar la enfermedad. El virus no ha sido eliminado, aún es posible contagiarse, aunque poco a poco se pueda volver a salir a la calle, es recomendable hacerlo lo menos posible, y siempre con la seguridad por delante. Si quieres saber cuáles son las secuelas a las que se tienen que enfrentar a partir de ahora los pacientes recuperados del coronavirus, solo tienes que seguir leyendo.
4…y en el resto del cuerpo
Los que han pasado lo peor del coronavirus, es decir, con ingreso en UCI, arrastran también muchos de ellos insuficiencias renales, embolias, problemas de corazón e instentinales o pérdida del gusto y el olfato. También tantos días inmovilizado crea una atrofia muscular y pérdida de masa que luego es complicado recuperar.
Desde el punto de vista psicológico también ha hecho mella, sobre todo a través de cuadros depresivos y de ansiedad. Es especialmente fuerte en pacientes que han estado muchas semanas en la UCI, sin contacto con nadie, inmovilizados y en muchos casos con respiración artificial. También se han observado trastornos de sueño, alopecia y una fatiga crónica.