Al año, Coca-Cola utiliza en todo el mundo tres millones de toneladas de plástico para envasar sus bebidas. De ahí que su propósito sea el de innovar en materia de envases para que cada vez sean más sostenibles reduciendo, de esta manera, su huella ambiental. La crisis del covid-19 no ha hecho sino reforzar su apuesta por medidas ambientales que promuevan una recuperación sostenible.
Medidas como una botella de plástico, 100% reciclable, fabricada con un 30% de un subproducto del proceso de la caña de azúcar. O la primera botella de papel biológica y 100% reciclable. O las anillas de plástico, sustituidas por cartón certificado. La pregunta que surge es sí fabricar estos nuevos productos supone un coste mayor para Coca-Cola respecto a los anteriores.
Coca-Cola tiene previsto aumenta la inversión para adaptar sus envases a la norma europea
“Hay que invertir porque tienen que cambiar todas las máquinas. Las existentes están desarrolladas para fabricar un determinado envase de plástico. O adaptas dicha máquina, o compras una nueva”, señala Carmen Gómez-Acebo, responsable de RSC de Coca-Cola European Partners. En el caso de los envases de cartón, Coca-Cola ha tenido que comprar máquinas nuevas. “Con lo cual hay que pedir fondos a la central para hacer estas inversiones e ir adaptándonos con el objetivo de tener esa menor huella medio ambiental”, añade.
COCA-COLA Y LOS FONDOS MARINOS
Coca-Cola ya dispone de una botella hecha en un 25% de plástico procedente de los fondos marinos. Se trata de un plástico muy degradado. Otros sectores, como la droguería o la perfumería, ya lo habían conseguido antes. Pero es la primera vez que se alcanza este hito si hablamos de materia prima para uso alimentario.
De momento, sólo ha fabricado 300 botellas. “Todavía no la estamos comercializando. Pero sí ha sido una demostración de que somos capaces de fabricar este tipo de botellas. Próximamente se comercializará, pero no tenemos una fecha determinada”, indica Carmen Gómez-Acebo. Y es que la tecnología está disponible, pero no a tan grandes dimensiones para marcas como Coca-Cola. “Dependerá no sólo de nosotros, sino de las instalaciones y de que haya un hueco suficiente para comercializarla”, especifica la directiva de la chispa de la vida.
Coca-Cola tiene en mente retirar 11.000 toneladas de plástico al año en Europa Occidental. De esa cantidad, corresponderán a España y Portugal 2.600 toneladas. “Nuestro objetivo es que los envases contengan un 50% de plástico reciclado en 2022. El pasado año ese porcentaje fue del 25%”, indica Carmen Gómez-Acebo. De lograrlo, se evitaría el consumo de más de 200.000 toneladas de plástico virgen el año.
Si el sueño se acaba haciendo realidad, Coca-Cola se anticiparía tres años a lo dictado por la normativa europea. La misma habla de que, en 2025, el 65% de todos los envases deben ser reciclados (50% para plástico, 70% para vidrios). Un lustro después, ese porcentaje se iría al 70% (55 en plásticos y 75% en vidrios).
“Nuestro objetivo final es que el 100% de las botellas de plástico estén hechos de plástico renovable o reciclado”, puntualiza la responsable de RSC de Coca-Cola European Partners. Y añade: “No podemos dar una fecha todavía porque no solo depende de nosotros. Depende del mercado, de las materias primas disponibles, y de la tecnología que estamos tratando de impulsar lo máximo posible”.
MAYOR INVERSIÓN
La apuesta verde de Coca-Cola tiene un precio: durante 2019 invirtió 180 millones de euros en proyectos de innovación y ecodiseño en Europa Occidental. Envases más ligeros, y que contengan más material reciclado y de origen vegetal para usar menor recursos, están entre sus prioridades. Es el precio a pagar para así poder adaptar sus botellas a la norma europea.
“No sólo invertimos para tratar de cumplir la normativa, sino para ir más allá. Tenemos el compromiso de tratar de liderar la innovación. Desde luego, esta inversión no es puntual, sino que tiene que ser mantenida a lo largo de los años para asegurarnos este liderazgo”, concluye la responsable de RSC de Coca-Cola European Partners.