Hacer algo de ejercicio diariamente es mucho más que una manera de mantener la forma: es una cuestión de salud. No lo decimos nosotros, lo dice la OMS, que recomienda como mínimo 150 minutos semanales de actividad física de cierta intensidad, para mantener en un estado óptimo tanto nuestra salud física como la emocional. Además de mejorar el estado de ánimo y las funciones cerebrales, también reduce el riesgo de padecer diabetes, hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y algunos tipos de cáncer. También mejora la capacidad física y se evita el riesgo de caídas.
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Los movimientos de este ejercicio nos garantizan, con el tiempo, un abdomen fuerte. Para la posición de inicio tenemos que colocarnos como en la posición elevada en las flexiones, apoyados sobre las manos, separadas a la altura de los hombros y con los brazos rectos y estirados. A continuación doblamos la pierna derecha llevando la rodilla hacia el pecho, con la punta del pie mirando al suelo. Volvemos a la posición inicial y hacemos lo mismo con la pierna izquierda. El movimiento recuerda a una persona escalando una montaña, de ahí su nombre. Es importante mantener la espalda recta durante toda la secuencia. Inspiramos en la posición de inicio y exhalamos al llevar la rodilla al pecho. Podemos repetir 30 segundos, si hacemos los movimientos a buen ritmo.
