Banco Santander, BBVA y CaixaBank han iniciado la fase de implementación de una nueva solución de pagos común, la Iniciativa de Pagos Europea (EPI, por sus siglas en inglés), junto a otras trece entidades de Alemania, Bélgica, Francia y los Países Bajos.
El inicio de esta fase se materializará durante las próximas semanas mediante la creación de una compañía transitoria en Bruselas (Bélgica), que definirá una hoja de ruta técnica y operativa.
Cada banco evaluará el desempeño de esta compañía antes de incorporarse a la entidad definitiva que lanzará EPI al mercado. Está previsto que comience a operar en 2022.
El objetivo de EPI es crear una solución de pagos integral paneuropea que, aprovechando pagos instantáneos (‘SEPA Instant Credit Transfer, SCT Inst’), incluirá una tarjeta de pagos común para los consumidores y comercios de toda Europa, un monedero electrónico y funciones de pago entre particulares (‘P2P’).
De esta forma, la idea es poder ofrecer una solución de pago digital que pueda usarse en todo el ‘Viejo Continente’ y que elimine la fragmentación actual. «EPI da respuesta a la petición de comerciantes y consumidores para el desarrollo de iniciativas de pago con un enfoque más paneuropeo», señalan los bancos fundadores en un comunicado.
Los 16 bancos fundadores han llamado a otros proveedores de servicios de pago a unirse a esta iniciativa. El plazo para solicitar la entrada como fundadores termina a finales de 2020.
EL BCE DESTACA POSITIVAMENTE LA INICIATIVA
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido dar la bienvenida a la medida impulsada por los bancos europeos como una forma de atajar la fragmentación que existe en el mercado.
Según indica la autoridad monetaria, todavía hay 10 países de la UE que no aceptan tarjetas bancarias de otros Estados miembros. Además, otros servicios «innovadores», como los monederos digitales, suelen estar disponibles únicamente a nivel nacional.
«La Iniciativa de Pagos Europea tendrá que atajar la fragmentación de los pagos comerciales europeos y debería abarcar todos los países de la zona euro y, eventualmente, de la Unión Europea», ha recomendado el miembro del Comité Ejecutivo del BCE, Fabio Panetta. «La implementación prevista y un creciente número de participantes tienen el potencial de fortalecer el rol de los proveedores europeos», ha apostillado.
El BCE ha destacado que el Eurosistema seguirá apoyando incitativas privadas de este tipo para el sector de los pagos siempre que cumplan cinco objetivos: alcance paneuropeo, facilidad de uso para los clientes, eficiencia de coste y seguridad, identidad y gobernanza europea y, en último lugar, alcance global.