Debido al coronavirus la mascarilla se ha convertido en un complemento que nos acompaña en nuestro día a día. Tanto es así que incluso Agatha Ruíz de la Prada ha diseñado modelos para Lidl que seguro que van a volar en cuanto lleguen a las estanterías, y cada vez son más las marcas que lanzan sus propios diseños.
La mascarilla la tenemos que llevar a todos lados, y aunque ya nos hemos acostumbrado a ella, el problema viene cuando nos la tenemos que quitar y no sabemos muy bien qué hacer y cómo guardarla. Desde luego dejárnosla a modo de bufanda o incluso ponérnosla en la frente como si fueran unas gafas de sol no es una buena solución, así que vamos a ver algunas alternativas.
4Bolsas de papel y sobres sí son adecuados
La solución casera más práctica y más adecuada para guardar tu mascarilla es meterla dentro de una bolsa de papel o de un sobre. ¿Por qué una bolsa de plástico no sirve y una de papel sí? Pues sencillamente porque el papel es un material transpirable. Si dejas la mascarilla en una bolsa de papel la humedad se va a acabar evaporando en lugar de acumularse.
Una vez que tienes la mascarilla en la bolsa de papel ya puedes guardarla tranquilamente en tu bolso o mochila, habrás reducido mucho el riesgo de que pueda contaminar tus cosas e incluso de que se ensucie o se estropee y se quede inservible.
Lo bueno de las bolsas y los sobres es que son muy baratos. En tiendas como Amazon podemos encontrar 100 unidades de bolsas de papel kraft que son aptas para guardar la mascarilla y cuyo precio no llega ni a los 10 €.