Debido al coronavirus la mascarilla se ha convertido en un complemento que nos acompaña en nuestro día a día. Tanto es así que incluso Agatha Ruíz de la Prada ha diseñado modelos para Lidl que seguro que van a volar en cuanto lleguen a las estanterías, y cada vez son más las marcas que lanzan sus propios diseños.
La mascarilla la tenemos que llevar a todos lados, y aunque ya nos hemos acostumbrado a ella, el problema viene cuando nos la tenemos que quitar y no sabemos muy bien qué hacer y cómo guardarla. Desde luego dejárnosla a modo de bufanda o incluso ponérnosla en la frente como si fueran unas gafas de sol no es una buena solución, así que vamos a ver algunas alternativas.
3No uses una bolsa de plástico para guardar la mascarilla
En ningún caso debes guardar la mascarilla directamente en tu bolsillo, bolso o mochila. Por eso mucha gente está optando por las típicas bolsas de plástico para congelados, que es cierto que pueden llegar a ser muy prácticas, pero que en este caso no son la solución.
Si metemos una mascarilla en una bolsa de este tipo y la cerramos la humedad que tiene el tapabocas debido a nuestra respiración puede acabar generando la proliferación de bacterias, así que podríamos estar convirtiendo un elemento de protección en algo muy peligroso.