Debido al coronavirus la mascarilla se ha convertido en un complemento que nos acompaña en nuestro día a día. Tanto es así que incluso Agatha Ruíz de la Prada ha diseñado modelos para Lidl que seguro que van a volar en cuanto lleguen a las estanterías, y cada vez son más las marcas que lanzan sus propios diseños.
La mascarilla la tenemos que llevar a todos lados, y aunque ya nos hemos acostumbrado a ella, el problema viene cuando nos la tenemos que quitar y no sabemos muy bien qué hacer y cómo guardarla. Desde luego dejárnosla a modo de bufanda o incluso ponérnosla en la frente como si fueran unas gafas de sol no es una buena solución, así que vamos a ver algunas alternativas.
1¿Por qué es importante guardar bien la mascarilla?
Lo de guardar adecuadamente este elemento de protección no es ninguna tontería ni algo que debamos tomarnos a la ligera. Si la manipulamos o la guardamos incorrectamente puede estropearse, e incluso puede llenarse de gérmenes y suciedad, lo que también nos podría hacer enfermar.
La mascarilla es un vector de contaminación y por tanto hay que tratarla con cuidado. Esto incluye todo lo relativo a su manipulación, no solo al guardarla. Antes de tocarla debemos higienizarnos las manos y retirarla por las gomas o tiras de sujeción, sin tocar en ningún momento la parte exterior, ya que esta podría estar contaminada.