Abengoa ha obtenido, por parte del Juzgado Sexto de Distrito en Materia Civil de la Ciudad de México, la aprobación a la modificación del convenio concursal que suscribió en 2018, aprobada por sus acreedores en 2019, lo que implica la reestructuración de la deuda de la filial de la compañía y la puesta en marcha de un plan de negocios actualizado que supone un nuevo punto de partida en el país azteca, informó la empresa.
En concreto, la sentencia, emitida esta semana, permite la reestructuración del pasivo de la compañía, que ascendía a más de 4.000 millones de pesos (unos 155 millones de euros).
El acuerdo, que busca a su vez la mayor recuperación posible para los acreedores, implica que la deuda remanente será amortizada a través de un mecanismo de repago, vigente durante los próximos nueve años.
Desde finales de 2018, Abengoa México negoció con sus acreedores un nuevo convenio, basado en un plan de negocios de la compañía que garantizase la continuidad del grupo de ingeniería y energías renovables en el país. Ese convenio fue presentado para su aprobación al juzgado el pasado 13 de noviembre con el apoyo de más del 80% de los acreedores.
México, donde Abengoa tiene operaciones desde hace casi 40 años, es uno de los países estratégicos para la compañía, por lo que esta aprobación y la reestructuración suponen un importante punto de partida para el reimpulso del grupo en el país y la puesta en marcha del plan de negocios.
NEGOCIACIÓN CONTRARRELOJ
Por otra parte, Abengoa negocia contrarreloj para alcanzar un acuerdo sobre el nuevo plan de rescate que garantice la viabilidad de la empresa.
La compañía presentó un nuevo plan de rescate que pasa por la solicitud de nueva financiación por un total de 250 millones de instituciones financieras, respaldadas por una garantía del ICO, así como de 300 millones de euros en líneas de avales ‘revolving’ adicionales rotativas de los bancos, cubiertos por la garantía Cesce.
Además, necesitará alcanzar acuerdos sobre la deuda vencida de los proveedores y otros acreedores antiguos/heredados con una quita, adaptando soluciones a la situación de los diferentes proveedores vencidos y otros acreedores, así como con los acreedores financieros para modificar los términos y condiciones de los diferentes tramos de deuda, incluyendo el Bono Convertible A3T, lo que podría implicar quitas y capitalizaciones inminentes o futuras de ciertas deudas.
LA EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DEL RESCATE
De esta manera, la viabilidad futura de la compañía pasa por conseguir sacar adelante todas las medidas de este nuevo plan de reestructuración antes de finales de este mes, aunque es posible que las negociaciones se amplíen.
El presidente de la compañía, Gonzalo Urquijo, ya subrayó que para conseguir que el grupo vuelva a esquivar el concurso de acreedores será necesario que se «ejecuten» todas las medidas del plan de rescate, ya que están «condicionadas» entre ellas y es «un efecto dominó».
En la actualización de la ‘hoja de ruta’ que realizó Abengoa, prevé caídas de más del 20% en casi todas las grandes magnitudes de la compañía hasta 2028, con un descenso del 22% en las contrataciones, del 21% en las ventas y del 8% en el resultado bruto de explotación (Ebitda).