La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) exigirá a los grandes bancos del país durante el tercer trimestre que preserven el capital suspendiendo la recompra de acciones, limitando los pagos de dividendos y permitiendo dividendos de acuerdo con una fórmula basada en los ingresos recientes y les obligará, además, a reevaluar sus planes de capital a largo plazo.
El organismo presidido por Jerome Powell ha anunciado esta decisión tras conocer los resultados de los últimos test de estrés al sector y con el objetivo de que sigan siendo «resistentes» a pesar de la incertidumbre económica a raíz de la pandemia de coronavirus.
Así, la Fed ha impuesto la obligación a los grandes bancos de volver a presentar y actualizar sus planes de capital a finales de este año para reflejar las tensiones actuales, lo que ayudará a las empresas a reevaluar sus necesidades de capital y mantener prácticas sólidas de planificación de capital durante este período de incertidumbre. Estos serán analizados cada trimestre para determinar si los ajustes a esta respuesta son apropiados.
Igualmente, tendrán prohibido recomprar acciones, que representan aproximadamente el 70% de los pagos de los accionistas de los grandes bancos, y se limitarán los pagos de dividendos a la cantidad pagada en el segundo trimestre y aún más a una cantidad basada en los ingresos recientes. «Como resultado, un banco no puede aumentar su dividendo y puede pagar dividendos si ha obtenido suficientes ingresos», ha aclarado.
Los resultados de últimos test de estrés realizados indican que los 34 grandes bancos analizados podrían sufrir pérdidas de entre 560.000 y 700.000 millones de dólares (entre 499.000 y 624.000 millones de euros).
«El sistema bancario ha sido una fuente de fortaleza durante esta crisis», ha explicado el vicepresidente de la Fed, Randal Quarles, «y los resultados de nuestros análisis de sensibilidad muestran que nuestros bancos pueden mantenerse fuertes incluso ante los shocks más severos».