La compañía de cruceros Pullmantur, propiedad en un 51% de Cruises Investment Holding y en un 49% de Royal Caribbean Group (RCL), ha solicitado concurso de acreedores ante las autoridades españolas. Una decisión que llega empujada por «los vientos causados por la pandemia» del coronavirus, «demasiado fuertes para que Pullmantur los supere sin una reorganización».
La compañía había anunciado recientemente la extensión de las cancelaciones hasta el 15 de noviembre de 2020. Los clientes que se vean afectados por las cancelaciones tendrán la opción de navegar en otras marcas de RCL.
La compañía cerró 2019 como el mejor ejercicio de los últimos 15 años, con un incremento del 5% en los ingresos respecto a 2018, y con una flota actual formada por los buques ‘Sovereign’, ‘Horizon’ y ‘Monarch’.
Expertos consultados por MERCA2 recuerdan que el precedente más reciente y parecido para el sector se sitúa en la crisis de 2008, que “también pegó de lleno al sector marítimo”. En aquella coyuntura financiera descendieron los volúmenes produciendo una sobreoferta de flota, por lo que fletes y precios bajaron. Entonces, se arruinaron los armadores cuyas flotas estaban financiadas al no poder afrontar con los fletes las cuotas de amortización. Aquellos que mantenían la categoría de propietarios de sus flotas -por amortizadas, en el caso de los armadores griegos, o por ricos, en el caso de armadores del Báltico-, “optaron por amarrarlas y esperar tiempos mejores, y esos son los que se mantuvieron entonces, y siguen ahora”.
“En los cruceros va a ocurrir lo mismo, es decir, el que sea propietario de su flota, aguantará, suprimiendo plantillas y, por tanto, todo el gasto en personal y amarrando a la expectativa de que la situación se reconduzca, mientras que, los que tengan que hacer frente a las deudas por la financiación de sus barcos irán inexorablemente a la quiebra”, explican las mismas fuentes.
Los dos grupos que se reparten el mercado son Royal Caribbean y Grupo Carnival. El primero está formado por la propia Royal Caribbean, Celebrity Cruises, Azamara Cruises, TUI Cruises, Pullmantur Cruises, CDF, Gran Bahama Shipyard, SkySea y Wamos Air.
El Grupo Carnival está integrado por la propia Carnival, AIDA Cruises, Costa Cruises, Cunard Line, Holland America Line, Ibero Cruceros, Ocean Village, P&O Cruises, Princess Cruises, Seabourn Cruise Line.
Royal Caribbean representa la apuesta de todos los pequeños para hacer frente a la Carnival.
TRANSPORTE DE PASAJEROS Y DE MERCANCÍAS
La flota de cruceros no es reconvertible a carga: “un crucero es un hotel que flota”. En otras palabras, el transporte marítimo de pasajeros y mercancías son “negocios que no tienen absolutamente nada que ver”. Por tanto, una posible reconversión hacia otro segmento del mismo sector no se plantea viable.
Representantes del sector aseguran que “la carga no se va a ir a la ruina”, habida cuenta de que el 90% de las mercancías del mundo se mueven por barco. Sencillamente, no hay competencia en este ámbito: “no se puede competir en coste contra el barco moviendo carga, tanto en precio, como en capacidad”.
Las fuentes consultadas por MERCA2 inciden en que “los armadores históricos -que han vivido anteriores crisis en el sector, desde la época de la Compañía de las Indias Orientales- tienen planes de contingencia preparados para aguantar en tiempos convulsos”.
LOS SECTORES DEL MARÍTIMO
La carga general -grano, madera, carbón, siderúrgico o minerales- apenas se verá afectada por la crisis. El transporte vinculado a los vehículos y el sector de la automoción se enfrenta a tiempos complicados, lo mismo que ocurre con los petroleros.
Otros sectores como los químicos también se enfrentan a una de sus peores etapas. En la misma línea están los cruceros, “que vivirán un auténtico drama, sobre todo por los empleos que se perderán en tripulación, camareros, cocineros o artistas”.
En cuanto al tráfico marítimo de contenedores, la conclusión es rotunda: “si cae, se para el comercio”.